Cada respuesta de Adonis es un poema y así reivindicó la lucha de las mujeres por la libertad, no solo en Irán, en cualquier parte del mundo. “La condición de la mujer en las tres religiones monoteístas, cristianismo, judaísmo e islamismo, es una condición secundaria, sumisa, subordinada. Al hablar de Irán no debemos olvidar esto, y exigir la libertad de la mujer de las cadenas de las tres religiones”.
Ali Ahmad Said Esber, su verdadero nombre, tiene 93 años de edad y es de origen Sirio, solo le faltaría el premio Nobel a la literatura, dentro de los reconocimientos a su persona. Sin embargo, lo reconoce: “A mis años he abandonado los deseos personales. Solo deseo que se creen nuevas relaciones desde la cultura, la libertad y la democracia para todas las naciones. Deseo que este sea el tiempo de la interculturalidad, la colaboración y la creación”.
Te recomendamos:
Camina lento, una gran pashmina rodea su cuello y un sombrero cubre su cabeza, las temperaturas en la ciudad de Guadalajara han variado toda esta semana, de mañana frío y por la tarde calor.
No suelta el bastón, se sienta e invita a que lo interroguen, pareciera preparado para responder cualquier pregunta. Antes agradece a los organizadores “este acercamiento cultural tan importante, que nos recuerda que la cultura es lo que nos une. Estos encuentros son los que crean relaciones interculturales entre los pueblos, las naciones, y permiten establecer una cultura de la paz y del amor”, afirmó en su lengua madre que el intérprete, Jaafar Al Aluni, traduce al español.
Su bandera es la esperanza, eso ha quedado claro en cada una de sus obras, y hay una lógica que explica: El ser humano es “el centro y eje de la creación y el universo, por lo que debe prevalecer la esperanza de tener una humanidad abierta al futuro, al cambio, a la infinitud”.
Y sobre los poetas, afirma: “El poeta no puede hablar del futuro si no conoce bien su pasado”. Aunque es considerando candidato al Premio Nobel de literatura, para Adonis el galardón “es cultural, pero no tiene nada que ver con la poesía”.
Adonis, cuya obra más cercana es Adoniada (Vaso Roto, 2021), una suerte de repaso a su vida y su obra, expresa que su experiencia poética: “Siempre ha sido la de una apertura al horizonte de la vida y del pensamiento. La profunda identidad del ser humano es un camino abierto al horizonte, y la poesía es un camino abierto a todo”.
Pero así como aborda la poesía, la esperanza, también con la muerte, el olvido y el silencio. Sobre la primera, Jaafar Al Aluni, el intérprete, muestra sus dotes y define como un poema: “La muerte/ la misma muerte/ sólo tiene lugar en el regazo de la vida”. Luego complementa su respuesta: “No existe la muerte, porque ella también forma parte de la vida”. Sobre el olvido, la respuesta parece un consejo de taller literario: “Si realmente quieres escribir, siempre tienes que olvidar todo. La memoria repite, por eso hay que olvidar”. Finalmente, sobre el silencio señala que “es la rebeldía tras cualquier respuesta. El ser humano es una pregunta. Si olvida las preguntas, se olvida a sí mismo”.
Acerca de las recientes protestas en Irán, impulsadas por las mujeres que han alzado la voz para exigir que cambien sus condiciones de vida, el poeta sirio señala que es importante entender las protestas en su contexto cultural, que se ve influenciado por la religión. Y es que si bien la vida de las mujeres iraníes es difícil, “no debemos olvidar el sufrimiento de las mujeres en Palestina, Estados Unidos, China”, dice, y luego lanza una frase lapidaria: “Mientras más sumisa se quiere tener a una mujer, más inseguros son los hombres”.
Se acerca el final del diálogo, quieren cerrar con un saludo a Siria y a quienes sufren por los conflictos en aquel país, se lo piden y Adonis responde con un sí, para luego saludar al pueblo sirio, a la civilización y a su historia, pero también lo hace un cuestionamiento otra vez contundente: “Quiero preguntar, ¿se puede hablar de una revolución que no respeta a las mujeres?”.