Con rituales, representaciones de juego de pelota y mucho misticismo los Guachimontones ya están listos para recibir el Equinoccio. Desde hace algunos días el centro ceremonial que data de una cultura que vivió alrededor del año 300 d.C. ha recibido a cientos de visitantes porque previo al inicio de la primavera muchas personas acuden a recargarse de energía y consideran que las zonas arqueológicas son capaces de cumplir con esa función.
Vestidos de blanco, con ropa de manta y algunas prendas artesanales llegan al centro ceremonial grupos de amigos y familias para conocer un poco de la cultura Teuchitlán, como se identifica a dicho asentamiento ubicado a poco más de una hora de Guadalajara. La recomendación es llegar temprano pues la zona arqueológica y el museo abren a las 10 de la mañana y la mayoría optan por pasar primero a conocer el centro interpretativo donde lo que más llama la atención es una olla tejuinera que se restauró en 2008 y recientemente comenzó a exhibirse.
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Sobre ese hallazgo platicamos con Miriam Villaseñor, directora de Museos, Exposiciones y Galerías de Jalisco, quien nos compartió que la restauración de la olla tejuinera duró nueve años pues cuando la encontraron estaba rota en alrededor de 250 pedazos.
“Esta olla tejuinera podría dar vestigios o información acerca de que las primeras bebidas fermentadas como el tejuino se produjeron en esta zona por los estudios que se hicieron a la olla y los restos de comida que todavía contenía”.
Ahí está también el laboratorio arqueológico con personal de Jalisco y del Colegio de Michoacán trabajando todos los días detrás de unos cristales y así quien visita el museo conoce cómo es el trabajo de arqueólogos y antropólogos.
En el museo la recomendación es luego de hacer el recorrido quedarse a la proyección en el auditorio donde explican cómo Phil Weigand descubrió los Guachimontones en la década de los 60's y los trabajos que continúan en la zona.
Obsidiana es material de la región
En el centro interpretativo de los Guachimontones hay también exposiciones de piezas encontradas en la zona como vasijas, así como artículos hechos con obsidiana, una mineral de color oscuro casi negro muy característico de la región y que puede encontrarse incluso en la actualidad al caminar por la zona arqueológica. Sarahí Núñez, una joven originaria de Teuchitlán que es intérprete en la zona arqueológica desde hace cinco años, que encontró una piedra de obsidiana y frente a nosotros la talló para que conociéramos una parte del trabajo que hacen cientos de años realizaron nuestros antepasados. Así conocimos la famosa piedra que en su momento se utilizó como moneda de cambio para realizar joyería, instrumentos de cocina o armas y que abunda en el lugar debido a su cercanía con el Volcán de Tequila, la obsidiana es producto de la lava que se enfrió al salir a la superficie.
Gran Guachi sin restaurar
En Guachimontones son tres las estructuras; la principal es El Gran Guachi, un espacio que no ha logrado restaurarse debido a las condiciones en que se encuentra y que mide alrededor de 13 metros de altura, se cree que en sus orígenes alcanzó los 17 metros. La estructura circular más famosa es conocida como La Iguana y está descubierta para ser admirada con una altura de 10 metros y a un costado está El Azquelite de dos metros de altura. El centro cuenta con dos juegos de pelota, uno monumental en medio de los dos altares principales con 111 metros de largo por 22 de ancho y el conocido como número 2 que mide 69 metros de largo por 22 de ancho.