Un ícono que distingue a México en el mundo es sin lugar a dudas Frida Kahlo, la polémica pintora que traspasó fronteras y sigue vigente entre las nuevas generaciones. En el país este mes es para recordarla, pues un 6 de julio de 1907 nació y el 13 de julio de 1954 falleció, dejando un legado que sigue reconociéndose y prueba de ello es la exposición llamada “Kahlo Sin Fronteras” que se ha convertido en una de las más visitadas de la ciudad.
La idea es acercar al público a una Frida sensible y humana, explicó Moisés Schiaffino, coordinador de Exposiciones y Vinculación del Museo de las Artes, donde se encuentran réplicas de algunas cartas y conversaciones de la pintora mexicana con personal del hospital y con gente cercana que pasó con ella sus últimos días de vida.
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“Queremos que cuando entren a la exposición se despojen de todas las ideas que tienen de Frida, de una figura folclórica que representa todos los colores, sino que se adentren al corazón de Frida”.
“Kahlo Sin Fronteras” permite a cualquiera que se adentra a la sala del museo ubicado junto al Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, sentirse como si perteneciera a la familia de la pintora, ya que revela detalles importantes de su estancia de 60 días en el hospital, donde estuvo un año antes de morir.
“Vamos a encontrar una Frida que esmuy querida por mucha gente, incluida su familia, algunos amigos cercanos como los doctores, hay una figura mítica que ella se refiere como ‘el doctorcito’ y es justamente lo que queremos, que la gente conozca más de Frida más allá de lo que vemos en las películas, sino la otra faceta que la hace como una mujer que sufría, que tenía enfermedades”.
La exposición incluye también unas fotografías reflejando cómo la artista acondicionó la habitación del hospital para hacer más llevadera su larga estancia, con libros, caballetes, pinturas y hasta algunas calaveras de azúcar, porque el tema de la muerte lo sentía muy cercano.
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Quienes visiten “Kahlo Sin Fronteras” podrán ver también fotografías de los aparatos ortopédicos que utilizaba la pintora, lo que sin duda acerca aún más a la historia humana de Frida, así como una animación con el corazón abierto dándole la bienvenida a sus visitantes, elaborada por el propio Moisés Schiaffino.
La curaduría de la exposición corresponde a Cristina Kahlo, sobrina nieta de la pintora y ya se exhibió en diversas ciudades de Estados Unidos, en tanto que a partir de agosto viajará a Ciudad de México.