La espera terminó y este año la Feria Internacional de Libro (FIL) en su edición 35 abrió las puertas a sus lectores, pero con una serie de restricciones sanitarias para reducir al máximo los contagios de Covid-19 solo al interior de la Expo Guadalajara.
En las calles e ingresos es un caos, ya que se registra una alta concentración de personas en un solo espacio como es la explanada principal.
Para poder ingresar todos los asistentes deben de esperar en la fila primero, luego pasar en los arcos detectores de metales, después por los filtros, toma de temperatura para que se pueda ingresar a la cabina de sanitización con ozono, posteriormente se verifica el código de los boletos y se revisa que lleven cubrebocas, se aplica gel y, de una vez dentro, la movilidad debe ser constante.
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En esta ocasión se dijo que el espacio que hay entre el área nacional y la internacional no se permitiría descansar para impedir que se generara una aglomeración en esta parte de la Expo Guadalajara no ennla escaleras, lo huso no importó a los visitantes y se adueñaron de esas zonas.