María de Jesús Peña Ibarra comenzó en las artesanías desde cero, una vez que se casó con Francisco Martínez Reyes, conocido como “Pancho” y ahora, junto con sus hijos ya pertenece a séptima generación de artesanos tlaquepaquenses, quienes comienzan a elaborar nacimientos desde principios de año, cuando adquieren el barro y hacen los moldes, para una vez hechos, dejarlos secando primero a la sombra y luego al sol.
Para eso, explica Mary, necesitan que no llueva y por eso aprovechan los primeros meses del año para fabricar y a partir de la segunda mitad comienzan a pintarlos.
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Sus nacimientos han viajado kilómetros y cada vez son más reconocidos dentro y fuera de México. “Este año mandé a Washington, el año pasado mandé 30 y este año me pidieron 60 y mandé a Guanajuato, a Morelia y Zacatecas”, explicó Mary.
Aunque no nació en medio de un taller, como muchas de las personas que se dedican a las artesanías en Tlaquepaque, se ha enamorado del trabajo de las y los artesanos y su mayor petición es “que sigan consumiendo nacimientos mexicanos y en general toda la artesanía que la sigan comprando”.
Generaciones de artistas
Como ella, está Lucía Galán Ríos, hija y nieta de artesanos. Con ella suman tres generaciones de personas dedicadas a la fabricación de piezas de barro y en esta temporada su fuerte son los nacimientos, aunque también hacen pulseras, aretes y collares con dije de barro, así como piezas decorativas que venden a lo largo del año.
Sus productos son consumidos en México, pero también enviados a otros países, como Estados Unidos, Canadá y España y para ello sus clientes le piden que el empaque sea resistente, pues los llevan en avión y deben resistir al traslado.
“Hay nacimientos que llevan complementos, como son casitas, borreguitos, patitos, pollitos, una infinidad de cosas, que son complementos para ir creciendo el nacimiento y recreando el paisaje, de acuerdo a lo que cada persona le agrada o al espacio, porque ya nos enfrentamos a que no hay mucho espacio”, explicó la mujer, quien desde pequeña empezó a trabajar con barro y a los diez años de edad ya vendía sus primeras piezas.
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Ahora ella ha enseñado a uno de sus hijos en el taller denominado Artesanías Lucy, ubicado a dos cuadras del emblemático Parián, en el centro de Tlaquepaque y su historia se parece a la de cientos de familias de artesanos, que heredan el gusto y la habilidad para elaborar artesanías y seguir manteniendo el nombre de Tlaquepaque en alto.
Y es que algo que caracteriza al pueblo mágico en el país y en el mundo es la calidad de sus artesanías y las piezas han cruzado la frontera y en algunos casos, hasta el Océano Atlántico.
Esto, porque en Tlaquepaque se fabrican a base de barro, infinidad de piezas para los nacimientos, desde los más tradicionales, hasta los conocidos como modernistas, cuyas figuras tienen la cara como de niños y la diferencia la hace el vestuario.
Centro Cultural El Refugio: Sede de exposiciones
El Centro Cultural “El Refugio”, será sede del concurso “Nacimientos Tradicionales”, en el que se invita a participar al público en general a la exhibición y concurso de nacimientos tradicionales a base de barro, papel, madera, fibras etc., con estatuillas de 30 a 35 centímetros.
Para ello, la participación puede ser individual o grupal y la convocatoria estará abierta hasta el 10 de diciembre o hasta que se complete 30 participantes, y los premios son de 10, seis y cuatro mil pesos.
El montaje se hará luego del cierre de inscripción y estará exhibida hasta el 6 de enero de 2023, en el área de las salas 300 de este recinto cultural.
Por otra parte, un centenar de artesanos viajaron a la Ciudad de México para participar en la Feria Artesanal Navideña.