Una de las partes más altas de la ciudad está en el municipio de Tonalá y desde ahí se puede apreciar prácticamente toda el Área Metropolitana de Guadalajara.
Se trata del Cerro de la Reina ubicado en la cabecera municipal tonalteca, a unas cuadras del Centro y muy cerca de donde jueves y domingo se instala el tianguis. Quienes lo conocen disfrutan de los días despejados que permiten ver edificios y hasta algunos monumentos representativos de Guadalajara desde una altura cercana a los 2 mil 500 metros, convirtiéndose así en uno de los mejores miradores tapatíos.
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Para llegar al Cerro de la Reina hay dos las opciones, una caminando y otra en automóvil pues arriba hay suficiente estacionamiento para quienes prefieren ahorrarse la fatiga de subir casi un centenar de escalones.
Pero si lo que decidiste es subir caminando por las escaleras de piedra está garantizado que no te arrepentirás pues al acercarte a la cima disfrutarás del templo dedicado a la Virgen de Guadalupe, una construcción también de piedra que cautiva a primera vista.
Se calcula que el templo se construyó hace más de medio siglo y ha sido escenario de innumerables celebraciones como bodas y misas para quinceañeras que radican en Tonalá, pero también para quienes desde otros municipios se trasladan y eligen el templo por la belleza del lugar.
En su interior se aprecia el estilo rústico y unas pocas bancas de madera reciben a los creyentes que aprecian de entrada la imagen de la Virgen de Guadalupe y un Cristo frente al altar de piedra que llama la atención de cualquiera.
Las celebraciones en el templo del Cerro de la Reina son los martes y sábados a las 17:00 horas, así como los domingos a las 12:00 horas y a las 17:30 horas.
Pero también se realizan ceremonias particulares y como en todo templo dedicado a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre realizan una gran fiesta para celebrar a La Morenita que es venerada por miles de fieles. Sin embargo, además del templo hay otros atractivos para disfrutar en tu visita pues en fechas muy especiales para México como el 16 de septiembre por el aniversario de la Independencia se coloca una bandera en el asta demás de 40 metros de altura que ondea para que cualquiera sienta el orgullo mexicano y por supuesto también puede apreciarse el 24 de febrero, Día de la Bandera de México.
También en los alrededores de la explanada hay algunas mesitas con bancas y techo que aprovechan las familias tonaltecas para hacer un picnic, pues además el sitio cuenta con arbolado que permite mayor protección del sol y una estancia agradable.
Cuando el sol ya bajó es común encontrar niñas y niños que llegan a volar papalotes, pues el viento sopla de tal manera que permite la elevación de los que también conocen los pequeños como “cometas”.
Y hasta hay quienes venden ahí algunos desde 60 pesos y con varios metros de hilo para permitir que se eleven lo suficiente.
Y como ya se volvió un sitio turístico claro que cuenta con sus letras de colores en mayúscula dejando en alto el nombre de TONALÁ cuyo fondo es la inmejorable vista de la ciudad, muy fotografiadas por quienes disfrutan del lugar.
Llamado el tesoro de los tonaltecas
Considerado como un observatorio natural, el Cerro de la Reina es un espacio para meditar, celebrar misas, convivir en familia y admirar los cuatro puntos cardinales. Es un lugar envuelto en leyendas e historias pues además se habla de un tesoro en este lugar. Se dice que durante la conquista, el cerro fue centro de batalla entre tonaltecas y españoles, en el esfuerzo por impedir la colonización de Guadalajara.