Misterio y miedo en las leyendas de Guadalajara: El Panteón de Belén

El Panteón de Belén se ha convertido en un referente cultural de la ciudad

Víctor Chávez | El Occidental

  · lunes 31 de octubre de 2022

Foto. Francisco Rodríguez | El Occidental

El Panteón de Belén fue construido en 1846 como un camposanto y haciéndose llamar en aquellos años como Santa Paula, el Panteón de Belén se ha convertido en un referente cultural de la ciudad, no solo por sus bien conocidas leyendas sino también por su arquitectura e historia, a pesar de que solo operó cerca de 50 años.

El Árbol del Vampiro

Una de las historia del Panteón de Belén es la del árbol del vampiro. Cuentan que hace muchos años llegó a Guadalajara un hombre misterioso, pues siempre estaba vestido de negro y solo salía a la calle por las noches. Su llegada coincidió con la aparición de animales y jóvenes muertos, con dos pequeñas marcas en el cuello. Esto generó el rumor de que había un vampiro en la ciudad.

Los vecinos sospecharon del hombre misterioso, por lo que le tendieron una trampa y lo mataron clavándole una estaca en el pecho. Lo enterraron en el Panteón de Belén con varias lápidas pesadas sobre la tumba para evitar que el vampiro escapara.

La leyenda dice que la estaca se convirtió en un árbol, que comenzó a romper las lápidas. Se cree que cuando el árbol termine de quebrarlas el vampiro saldrá y cobrará venganza.

Foto. Cortesía | Gobierno de Guadalajara

La tumba de Nachito

Otra historia que seguro te gustará es la de un niño al que llamaban Nachito. Ignacio Torres Altamirano le tenía pavor a la oscuridad y a los lugares encerrados. Cuenta la leyenda que el niño debía dormir con la luz encendida y las ventanas abiertas. Murió a los 5 años y fue enterrado en el Panteón de Belén, en 1882.

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Al día siguiente, el velador del panteón encontró el ataúd fuera de la tumba, por lo que volvió a enterrarlo. Lo mismo pasó durante varios días, hasta que los papás consideraron que se trataba de un mensaje de su hijo, para decirles que tenía miedo de estar en la oscuridad.

Así que adaptaron la tumba y dejaron el ataúd por fuera, para que el niño pudiera descansar en paz. Ahora los visitantes dejan juguetes en el lugar y hay quienes dicen que Nachito les ha hecho bromas, que los juguetes se mueven solos o que se escucha la voz del niño en el panteón. ¿Te animas a visitarlo en este Día de Muertos?



La Casa de los Perros

Una de las leyendas más impresionantes de Guadalajara es la Casa de los Perros que hoy es el museo del Periodismo y que conecta con un mausoleo dentro del panteón Mezquitán. El dueño de ambas propiedades nació en la época de la colonia.


Fotos: Aurelio Magaña | El Occidental


Jesús Flores, un hombre acaudalado, llegó a vivir a esa casa situada a unos metros de la Catedral Metropolitana y al poco tiempo enviudó. Posteriormente se volvió a casar y su mujer lo hizo que se construyera un segundo piso y que a cada costado se colocaran las estatuas de dos perros mastines.

La mujer comenzó romance con el mayordomo de su marido que murió y ellos querían vivir en la finca, pero no pudieron, su espíritu se les aparecía.