Entre los sitios que distinguen al pueblo mágico de Tlaquepaque está el Centro Cultural El Refugio, un inmueble construido en 1885 para beneficio de quienes vivían en la zona y que casi siglo y medio después conserva su encanto.
Funcionó como hospital, como manicomio y hace apenas unas décadas se convirtió en lo que es ahora, un museo con espacio para recibir exposiciones y eventos que enorgullecen a tlaquepaquenses.
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Recorrimos el inmueble que consta de casi 10 mil metros cuadrados, ubicado a unas cuadras del famoso Parián y en medio del centro del pueblo mágico de San Pedro Tlaquepaque, donde además de admirar sus pasillos, tuvimos oportunidad de subir y conocer las famosas cúpulas.
Y es que algo que distingue a El Refugio, como se conoce al centro cultural son sus más de 120 cúpulas de distintos tamaños y formas, que se vuelven las favoritas para los amantes de las fotografías y que sin duda representan un ícono del lugar, permitiendo además disfrutar desde las alturas de la belleza que ofrece el municipio.
“El Centro Cultural El Refugio es una de las obras más icónicas que tenemos en San Pedro Tlaquepaque, sus famosas cúpulas que suman poco más de 120 entre cúpulas de medio punto, linternillas y las bóvedas dentro del inmueble”, explicó Aldo Armando Fierros Benítez, cronista municipal de San Pedro Tlaquepaque.
¿Quién construyó El Refugio?
Alrededor de 1885 Fray Luis Argüello se encargaba de la evangelización en la conocida como Villa de San Pedro Tlaquepaque y pidió el apoyo a la familia Martínez Negrete, una de las más adineradas de la época, que tenía casas de descanso en Tlaquepaque y participó en la construcción de lo que comenzó siendo un hospital.
En sus inicios estuvo a cargo de la congregación de las Madres Josefinas y contaba con una capilla dedicada a Nuestra Señora del Refugio, por eso el nombre actual del inmueble.
Casi un siglo después y luego de haber funcionado para distintos usos en beneficio de los más necesitados de la región, el edificio fue adquirido por el gobierno municipal y fue restaurado.
“Tuvo tres dueños, desde las Madres Josefinas, luego el doctor Fernández Del Valle, por un tiempo también las madres Franciscanas se hicieron cargo de la parte de la salud y del manicomio y fue adquirida por el Ayuntamiento y a finales del siglo XX se rehabilitó el inmueble para ser la máxima casa cultural que tiene el municipio”.
¿Qué hay para ver en El Refugio?
Actualmente alberga el Museo Pantaleón Panduro, donde se exhiben algunas de las mejores artesanías hechas en Tlaquepaque y en distintas partes del país, mismas que compitieron en el Premio Nacional de la Cerámica, el máximo galardón para artesanos mexicanos que trabajan con barro.
También hay presentaciones, conversatorios y charlas culturales y artísticas, así como recorridos guiados para conocer los salones, los pasillos, los patios y sobre todo subir a las cúpulas, que son de sus atractivos principales, al igual que los túneles que funcionaron como galerías filtrantes, pero estos últimos tienen restringido el ingreso debido a temas de protección civil, por lo que solo se sabe que existen, pero no hay posibilidades de ingresar.
En El Refugio está también la Escuela de Artes y temporalmente alberga al Centro Universitario de Tlaquepaque, lo que mantiene lleno de vida al recinto, capaz de cautivar a quien lo visita.
La monja que se aparece
Y como sucede en prácticamente cualquier edificio antiguo, El Refugio también tiene sus leyendas, la más popular es la de la monja que se aparece en los pasillos y que a decir de quienes llevan años laborando en el lugar, acude ocasionalmente para ver cómo se conserva el inmueble que hace más de cien años funcionó como hospital y manicomio.
“El edificio tenía huertos, tenía área de cocina, su área de ejercicios era el inmueble que estaba destinado a la vida cotidiana de las madres y la leyenda que se genera es que se aparecen en algunas de las galerías, en los recorridos que tienen”, explicó el cronista de San Pedro Tlaquepaque, fascinado por compartir un poco de lo que a él le cuentan sobre la monja.
Y es que no solo están quienes afirman que la vieron, sino también algunos que han escuchado que mueve cosas, que cierra puertas o ventanas y que hasta toca el piano.
Tiene las mejores artesanías del país
Actualmente alberga el Museo Pantaleón Panduro donde se exhiben las mejores artesanías hechas en Tlaquepaque y en distintas partes del país que compitieron en el Premio Nacional de la Cerámica, el máximo galardón para artesanos mexicanos que trabajan con barro.