Amatitán, la tierra que dio vida al tequila: Conoce su historia

Nuestros antepasados, asentados en el territorio que ahora es Amatitán, empezaron a fermentar el agave

Viridiana Saavedra / El Occidental

  · lunes 11 de noviembre de 2024

Amatitán se ubica a unos 40 minutos del área metropolitana de Guadalajara. Foto. David Tamayo / El Occidental

El tequila es la bebida que distingue a México en el mundo, pero ¿sabes cuál es el origen de la espirituosa que ha conquistado lo más exquisitos paladares?

De acuerdo con vestigios encontrados en la última década, todo comenzó hace unos tres mil años, cuando nuestros antepasados, asentados en el territorio que ahora es Amatitán, un municipio cercano a la capital jalisciense, empezaron a fermentar el agave.

Podría interesarte:

Descubrieron que al consumir lo que antes se conocía como magueyes o mezcales “cuando trabajaban rendían más porque les daba energía y lo adoptaron primero como un dulce”, explicó Osvaldo Andrade, el único guía dentro de Amatitán.

“Empezaron a conocer la planta y ponerle un poquito más de interés y para preservar esos jugos dulces empezaron a exprimir las pencas tatemadas y no sabían que las levaduras se comían el azúcar y lo convertían en alcohol”.

A decir de Osvaldo, conocido por prácticamente cualquier amatitense como “Ovi”, el proceso inició en la Cañada del Río Grande de Santiago, donde hay vestigios como algunos símbolos de los conocidos espirales de la vida, otros más que representan al agua, tumbas de tiro y tabernas.

“Empezaron a tomar y a sentir esa sensación agradable que provoca la bebida, sentían que se exaltaban sus sentimientos, sus emociones, sus alegrías y decían esto es un regalo de los dioses y así lo empezaron a nombrar, como la bebida de los dioses”.

De esa manera, según cuentan los amatitenses con orgullo es como surgió el tequila, que ahora se exporta a más de 120 países y cuenta con más de 2 mil 500 marcas, muchas de ellas hechas en Amatitán.

¿Qué más hay en Amatitán?

El municipio pertenece a la Región Valles, colinda con El Arenal y con Tequila y se ubica a unos 40 minutos del área metropolitana de Guadalajara.

Forma parte de los municipios que en 2006 recibieron por parte de la UNESCO el nombramiento como Patrimonio de la Humanidad, gracias a su paisaje agavero y sus antiguas instalaciones de tequila.

A diferencia del pueblo mágico de Tequila, conserva su esencia y solo recibe turismo guiado, es decir, el que acude con interés de conocer y vivir una experiencia a fondo sobre los orígenes de la espirituosa.

En el centro sus fincas reflejan la calma y en la plaza aún se encuentran adultos mayores para platicar por las mañanas, mientras uno que otro niño corre con tranquilidad en medio de las jardineras o las bancas.

El templo de Amatitán

Si bien el municipio tiene antecedentes de población varios miles de años antes de la llegada de los españoles, la mayor parte de su arquitectura está por cumplir 500 años, entre ellos el templo, que fue de los primeros sitios para la evangelización en el Occidente.

Ahí veneran a San Juan Bautista y la peculiaridad del templo es que no mira hacia la plaza, pues su entrada principal da a lo que antes fue un cementerio.

En la construcción del templo participaron dos de los más grandes talentos jaliscienses, el arquitecto Luis Barragán y el pintor José Clemente Orozco, por eso el templo vale la pena conocerlos por dentro y por fuera.

Amatitán conserva su esencia y solo recibe turismo guiado. Foto. David Tamayo / El Occidental

Conoce las grutas

Otro de los atractivos en Amatitán es sin duda su gruta, cuyo ingreso está exactamente en el centro del municipio y que transporta a una experiencia diferente mediante túneles zigzagueantes y que se calcula miden unos 6 kilómetros.

“Aquí escondían su plata y su oro los hacendados por ahí de 1800 en adelante cuando empezaron las guerras… En estas grutas la tradición oral nos dice que llegan hasta el pueblo vecino que pertenecía a Amatitán, que es El Arenal”, agregó Ovi.

Las grutas son consideradas “sagradas” para quienes radican en Amatitán y por eso quienes ingresan siempre tienen que hacerlo acompañados de un guía, para conocer el conocido como “bautisterio”, a donde el padre acudía a bautizar al recién nacido.

La Hacienda de Chimulco

Y sin duda para llevar la experiencia completa del municipio de Amatitán hay que recorrer la Hacienda Chimulco, un espacio lleno de encanto donde además los fines de semana funciona como restaurante para degustar de un buen corte.

Te recomendamos → San Juan Cosalá, un destino en el que podrás encontrar aguas termales y temazcal: Conócelo

Ahí se conjugan la historia de hace cientos de años, pues cuenta también con algunos túneles iluminados y adaptados para que visitantes recorran con seguridad y muros originales de la hacienda que funcionó como una de las fincas más emblemáticas de todo el estado y que hace apenas unos años reabrió sus puertas para deleite de mexicanos y extranjeros.

Los fines de semana funciona como restaurante. Foto. David Tamayo / El Occidental

Suscríbete a nuestro WhatsApp y recibe las notas más relevantes