Los padres de la novia, Antonia Lara Méndez y Bernardino Bolaño Ordóñez, llegaron al recinto emocionados por acompañar a su hija en el momento más importante de su vida. De igual forma, los padres del novio, María Teresa Pompa Almaguer y Antonio Veliz Basulto, se vieron felices de atestiguar el día en que su hijo inicia el camino para formar su propia familia.

Jesús Emmanuel llegó elegante, nervioso y feliz. Aguardaba ansioso la llegada de su amada, quien como dicta la tradición, arribó al final de la comitiva. Briseida Isabel descendió de un vehículo decorado especialmente para ese día. Lucía más bella que nunca, radiante, con un vestido corte princesa en color blanco con glitter.

El sacerdote recibió a los asistentes y felicitó a los novios, por tomar esta decisión basados en el amor mutuo que se profesan y les reiteró que deben cultivar siempre ese amor. Ya convertidos en marido y mujer, salieron para recibir una gran ovación de sus invitados.

Posteriormente se trasladaron a un salón de eventos en donde se ofreció un banquete a sus acompañantes, el cual consistió en pechuga rellena de jamón y queso, acompañado de verduras al vapor a la mantequilla.

Bailaron su primer vals como esposos y vivieron una noche inolvidable,