Las Chivas de Guadalajara se despidieron del Mundial de Clubes en sexta posición, la peor registrada por un equipo mexicano en la historia de la competición, tras caer en los penales ante el Esperance de Túnez (6-5 tras empate 1-1), este martes en Al Ain.
Walter Sandoval marcó para Chivas en el 5 de penal, pero el campeón de África igualó en el 38 por medio de Mohammed Belaili, que también marcó con una pena máxima.
El marcador no se movió más y el partido fue directo, sin prórroga, a la tanda de penales, donde el arquero mexicano Miguel Jiménez paró dos lanzamientos tunecinos, aunque fue insuficiente para los suyos por los fallos de Hedgardo Marín, Josecarlos Van Rankin e Isaac Brizuela.
Chivas había quedado fuera de la carrera por el título mundial al caer en su estreno el sábado ante el Kashima Antlers japonés (3-2) en los cuartos de final, también en Al Ain.
Tuvo por ello que jugar este duelo por el quinto puesto, como en su momento le ocurrió a Pachuca (2010), Monterrey (2011, 2013) y América (2015), pero todos ellos sí habían podido irse al menos con el consuelo de una última satisfacción.
El balance es catastrófico para las Chivas, que soñaban con ser el primer equipo mexicano en poder jugar una final y se van hundidos con dos reveses. Los terceros lugares de Necaxa (2000), Monterrey (2012) y Pachuca (2017) seguirán siendo los mejores para el país azteca.
“No tenemos cara para mirar a nuestra gente”
"Estoy dolido por nuestra afición. No tenemos cara para mirar a nuestra gente", reconoció el técnico paraguayo José Saturnino Cardozo.
Por contra, el Esperance pudo al menos evitar el desastre de su anterior participación en el Mundialito, en 2011, cuando fue sexto tras perder sus dos partidos.
"Veníamos de días difíciles mentalmente. Ahora toca dar las gracias a mis jugadores, hicieron un partido excelente", consideró el entrenador del Esperance, Mouine Chaabani.