/ viernes 15 de noviembre de 2024

Vivir con síndrome de ovario poliquístico: cómo adaptar tu estilo de vida para mejorar tu bienestar

El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una condición que afecta a aproximadamente el 13% de las mujeres en edad reproductiva y puede acompañarse de otras comorbilidades como infertilidad, complicaciones en el embarazo, predisposición para Diabetes Mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares y psicológicas como ansiedad, depresión, baja calidad de vida y trastornos de la alimentación.

Las mujeres con SOP presentan una producción en exceso de hormonas masculinas, como la testosterona, por lo que puede causar aumento de vello corporal, acné o seborrea, alopecia y trastornos del ciclo menstrual. Además, también padecen resistencia a la insulina, lo que puede agravar los síntomas de esta condición. A largo plazo, estas mujeres muestran un incremento en sus reservas de masa grasa, por lo que existe mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad.

El exceso de masa grasa corporal se asocia con el incremento de la resistencia a la insulina por lo que la evidencia científica sugiere crear estrategias nutricionales para prevenir el incremento de peso en las mujeres con síndrome de ovario poliquístico y, además, lograr y mantener una pérdida del 5-10% de peso en mujeres con exceso de masa grasa corporal.

La pérdida de masa grasa beneficia la función reproductiva, mejora la resistencia a la insulina, regula la producción de hormonas masculinas y los niveles de colesterol en sangre. Sin embargo, estas modificaciones logran una recuperación parcial al síndrome de ovario poliquístico.

Se aconseja consumir una dieta rica en frutas, verduras, pastas integrales, nueces, frijoles, lentejas y lácteos bajos en grasa, y evitar los alimentos y bebidas que contengan cualquier tipo de azúcar. Recuerda que visitar a tu nutriólogo es importante para que pueda adecuar un plan de alimentación individualizado a tus gustos, rutina y actividad física que realizas.

Es indispensable realizar al menos 150 minutos de actividad física por semana de ejercicios de intensidad moderada como caminar a paso rápido, nadar o bailar. Sin embargo, es necesario realizar también al menos dos días por semana entrenamiento de fuerza.

Es importante conocer que el consumo de tabaco, vapeadores y alcohol se desaconsejan en las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, ya que se muestra una mejoría en la fertilidad y en la función reproductiva de aquellas mujeres que no ingieren este tipo de sustancias. Adicional a esto se puede disminuir el riesgo cardiovascular que existe por consumirlos.

Se destaca la necesidad e importancia de dar un apoyo psicológico a las mujeres con síndrome de ovario poliquístico con el fin de detectar a tiempo síntomas de depresión, ansiedad, imagen corporal negativa y trastornos de la conducta alimentaria.

Las mujeres con síndrome de ovario poliquístico tienen mayor riesgo de tener trastornos del sueño, debido al desequilibrio hormonal que presentan, principalmente de la reducción de los niveles de estrógeno, progesterona y melatonina. Éstas son responsables de la regulación del sueño y de la temperatura corporal durante la noche, apoyan en la calidad del sueño y se encargan de mantener la regulación del ciclo circadiano.

El manejo del síndrome de ovario poliquístico requiere un enfoque integral que combine cambios en la alimentación, actividad física, apoyo psicológico y evitar hábitos como el consumo de alcohol y tabaco. Una dieta equilibrada y ejercicio regular ayudan a mejorar la función hormonal y metabólica, reduciendo síntomas. Además, cuidar la salud mental y el sueño es clave. Una atención personalizada y guiada por profesionales mejora el bienestar y la calidad de vida.


Directora de la carrera de Nutrición de la UAG

smonserrat.rodriguez@edu.uag.mx

http://uag.mx/

El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una condición que afecta a aproximadamente el 13% de las mujeres en edad reproductiva y puede acompañarse de otras comorbilidades como infertilidad, complicaciones en el embarazo, predisposición para Diabetes Mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares y psicológicas como ansiedad, depresión, baja calidad de vida y trastornos de la alimentación.

Las mujeres con SOP presentan una producción en exceso de hormonas masculinas, como la testosterona, por lo que puede causar aumento de vello corporal, acné o seborrea, alopecia y trastornos del ciclo menstrual. Además, también padecen resistencia a la insulina, lo que puede agravar los síntomas de esta condición. A largo plazo, estas mujeres muestran un incremento en sus reservas de masa grasa, por lo que existe mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad.

El exceso de masa grasa corporal se asocia con el incremento de la resistencia a la insulina por lo que la evidencia científica sugiere crear estrategias nutricionales para prevenir el incremento de peso en las mujeres con síndrome de ovario poliquístico y, además, lograr y mantener una pérdida del 5-10% de peso en mujeres con exceso de masa grasa corporal.

La pérdida de masa grasa beneficia la función reproductiva, mejora la resistencia a la insulina, regula la producción de hormonas masculinas y los niveles de colesterol en sangre. Sin embargo, estas modificaciones logran una recuperación parcial al síndrome de ovario poliquístico.

Se aconseja consumir una dieta rica en frutas, verduras, pastas integrales, nueces, frijoles, lentejas y lácteos bajos en grasa, y evitar los alimentos y bebidas que contengan cualquier tipo de azúcar. Recuerda que visitar a tu nutriólogo es importante para que pueda adecuar un plan de alimentación individualizado a tus gustos, rutina y actividad física que realizas.

Es indispensable realizar al menos 150 minutos de actividad física por semana de ejercicios de intensidad moderada como caminar a paso rápido, nadar o bailar. Sin embargo, es necesario realizar también al menos dos días por semana entrenamiento de fuerza.

Es importante conocer que el consumo de tabaco, vapeadores y alcohol se desaconsejan en las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, ya que se muestra una mejoría en la fertilidad y en la función reproductiva de aquellas mujeres que no ingieren este tipo de sustancias. Adicional a esto se puede disminuir el riesgo cardiovascular que existe por consumirlos.

Se destaca la necesidad e importancia de dar un apoyo psicológico a las mujeres con síndrome de ovario poliquístico con el fin de detectar a tiempo síntomas de depresión, ansiedad, imagen corporal negativa y trastornos de la conducta alimentaria.

Las mujeres con síndrome de ovario poliquístico tienen mayor riesgo de tener trastornos del sueño, debido al desequilibrio hormonal que presentan, principalmente de la reducción de los niveles de estrógeno, progesterona y melatonina. Éstas son responsables de la regulación del sueño y de la temperatura corporal durante la noche, apoyan en la calidad del sueño y se encargan de mantener la regulación del ciclo circadiano.

El manejo del síndrome de ovario poliquístico requiere un enfoque integral que combine cambios en la alimentación, actividad física, apoyo psicológico y evitar hábitos como el consumo de alcohol y tabaco. Una dieta equilibrada y ejercicio regular ayudan a mejorar la función hormonal y metabólica, reduciendo síntomas. Además, cuidar la salud mental y el sueño es clave. Una atención personalizada y guiada por profesionales mejora el bienestar y la calidad de vida.


Directora de la carrera de Nutrición de la UAG

smonserrat.rodriguez@edu.uag.mx

http://uag.mx/