Catorce años de frustración para activistas ciudadanos, académicos universitarios y defensores de la Cuenca más rica de México, ha significado el desaliento de muchos pero la renovación generacional de la lucha que se extiende. Para algunos representa la mayor parte de su vida, como para Don Manuel Villagómez quien en el año 2000, poco después de la ascensión del Presidente Vicente Fox nos convocó a cientos de universitarios y activistas para encabezar una marcha en demanda de la intervención del gobierno federal y atender urgentemente la tragedia que se avizoraba, es decir, la incontenible contaminación de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago principalmente a su paso por Jalisco y particularmente por el municipio de El Salto.
Entonces, fuimos recibidos en comisión por la Presidencia de la República y luego acompañados por el entonces Secretario de Medio Ambiente Víctor Lichtinger donde lo comprometimos a recibir el Plan de Restauración Ambiental de esa cuenca precisamente en el Malecón de la Villa de Chapala. Poco sirvió el esfuerzo porque 7 años después, hace 14, el niño Miguel Ángel López Rocha murió luego de caer al Rio Santiago por causas aparentemente químicas y a partir de una evidente contaminación que desde entonces no ha cambiado.
De hecho, en el Décimo Cuarto Aniversario de su lamentable fallecimiento la familia de Miguel Ángel señaló ante los medios que en nada se les ha acompañado para su atención, ni psicológica ni económica o de cualquier otro tipo, y de hecho, activistas y habitantes han señalado permanentemente que la contaminación de ese afluente, lejos de amainar, ha aumentado.
Por su parte, Don Manuel Villagómez en su carácter de Presidente de la Asociación Cuenca-Lerma-Santiago, señaló que “el saneamiento que se ordenó al Río Santiago tras la muerte del niño Miguel Ángel, ha sido superficial, ya que pese a que se comprobó la presencia de metales pesados, las autoridades estatales no han sido capaces de aplicar una estrategia contundente para sanearlo”; la gravedad de la creciente contaminación se ha notado por la incapacidad gubernamental para detener el vertimiento de las aguas residuales de las mas de 700 empresas que lo han podido hacer a pesar de que el pasado mes de Enero académicos y activistas señalaron la falta de acciones gubernamentales para implementar políticas públicas que sancionen la contaminación de los cuerpos de agua.
El activista y abogado Darío del Río González, residente de Juanacatlán declaró a medios de comunicación en el Conversatorio “Enfermedades renales y la contaminación del agua en Jalisco. Una política publica pendiente” que “…el 80%de los decesos de los habitantes de Juanacatlán y El Salto, son por neumonía química y mutaciones genéticas a consecuencia de la contaminación”.
Lipnólogos de la Universidad de Guadalajara como el Dr. Jesús Gómez Reyna, han señalado constantemente como una de las causas de la contaminación de las aguas superficiales de Jalisco y de las procedentes de Chapala la presencia de metales pesados como el Mercurio, uno de los factores de insalubridad en poblaciones enteras como la de Poncitlán, El Salto y Juanacatlán donde los habitantes reciben el agua entubada directamente de los mantos acuíferos más cercanos como puede ser la Laguna de Chapala, la contaminada Cuenca del Ahogado y más recientemente detectada la contaminación de la Laguna de Cajititlán.
En síntesis, la demagogia vertida por candidatos y gobernantes de Jalisco durante los pasados 30 años, solo ha agravado la salud de los jaliscienses.
* Académico de la Universidad de Guadalajara.