/ martes 19 de marzo de 2019

Revocación de mandato

A mi Sr. Padre: “pronta recuperación papá”…

Sufragio Efectivo no reelección, reza una de las frases más significativas de la historia de México. Fue el lema de la campaña de Francisco Ignacio Madero en el año de 1910, cuando se lanzó a competir por la presidencia de la República Mexicana contra el dictador Porfirio Díaz Mori, quien llevaba 35 años en el poder.

En México tenemos muchos y muy diversos problemas, que deberían de atenderse de forma inmediata antes de anteponer la política.

Hablar de revocación de mandato en este momento, es algo irrelevante cuando en este momento hay declaraciones de guerra en nuestro país entre grupos de la delincuencia organizada.

Sin embargo, la revocación de mandato también va para México, por ello es importante analizar ventajas y desventajas sobre su aplicación.

Hasta el día de hoy, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 83 señala que: “El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de octubre y durará en él seis años. El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino o sustituto, o asuma provisionalmente la titularidad del Ejecutivo Federal, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”. Lo anterior apreciable lector (a), significa que para bien, o para mal (más lo segundo que lo primero en México) tenemos que soportar a un Presidente en México por seis años, que en ocasiones nos parecen eternos…

La revocación de mandato, es un concepto que en la práctica, viene a interrumpir ese (en ocasiones tan prolongado periodo).

La revocación de mandato, o referéndum revocatorio, es un procedimiento por el cual los ciudadanos pueden cesar de su cargo público a un funcionario elección, antes del término de su respectivo periodo, mediante votación directa o por recolección de firmas, dependiendo de las dimensiones geográficas o poblacionales.

A través de este procedimiento los ciudadanos mandantes pueden dar por terminado el mandato que le han conferido a una autoridad electa, como un presidente, un representante de distrito ante una asamblea legislativa, un gobernador, alcalde o presidente municipal, cuyo fundamento sería el principio de la libertad política de los ciudadanos de elegir y deponer a sus gobernantes en una democracia representativa. Es un mecanismo de interrupción o término anticipado del mandato popular.

En mi opinión hay otros temas mucho más importantes en este momento que hacer política… no obstante lo anterior, si la revocación de mandato va a México, lo mejor sería que entrara para otras generaciones políticas y no para estas que están en turno. Pues recordemos que el mismo presidente actual, Andrés Manuel López Obrador, se quejó por muchos años de la intervención de poderes que influían en sus derrotas. Esperemos que él no haga lo mismo ahora que está en el poder, y sabemos que este es seductor. Algunos creen que la revocación de mandato estaría amañada, beneficiando al partido dominante en turno, lo cual rompería principios básicos electorales como son: equidad e igualdad en los procesos electorales.

Hay temores de que el mandatario en turno tienda a prolongar su mandato más allá de los 6 años constitucionales, lo cual iría a contrapelo de uno de los principios históricos de México: “Sufragio Efectivo, no Reelección”.

jimenezabogado@gmail.com

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