Omar Cervantes, Diputado Local Movimiento Ciudadano
La rendición de cuentas es un pilar fundamental de la democracia. Aunque comúnmente se asocia con auditorías o análisis del gasto público, su verdadero alcance va mucho más allá: debe considerarse como un mecanismo estratégico para la planeación, evaluación y mejora continua de las políticas públicas. Esto no solo fortalece la transparencia, sino que también permite a las instituciones públicas tomar decisiones más informadas y enfocadas en el bienestar ciudadano.
Un ejemplo claro de este proceso es el 6º Informe de Gobierno de la administración estatal de Jalisco, presentado recientemente ante el Congreso del Estado. Este ejercicio no solo permite que el gobernador informe sobre los resultados obtenidos, sino que también propicia un diálogo plural con las diferentes fuerzas políticas, acompañado de análisis realizados por universidades y especialistas. Este intercambio ocurre durante las Glosas Legislativas, sesiones en las que los titulares de las dependencias estatales comparecen ante el Legislativo para responder preguntas y detallar avances en sus respectivas áreas.
La semana pasada, las glosas incluyeron participaciones destacadas de funcionarios clave como Enrique Ibarra Pedroza, Secretario General de Gobierno, y Juan Partida, titular de la Secretaría de Hacienda Pública, entre otros. Este ejercicio cerró con la presentación del Gabinete de Seguridad, dejando en evidencia tanto los logros como los retos de la administración estatal.
Sin embargo, la rendición de cuentas debe ser mucho más que un evento anual. Es esencial que se convierta en un proceso permanente, que permita a los legisladores contar con información actualizada para tomar decisiones informadas y proponer mejoras en las leyes y políticas públicas. Solo así el Poder Legislativo puede cumplir con su papel de representar a la ciudadanía y garantizar el equilibrio entre poderes.
En una democracia funcional, ningún poder está por encima de otro. Ejecutivo, Legislativo y Judicial deben complementarse, trabajar en conjunto y, sobre todo, rendir cuentas con transparencia. En Jalisco, el Congreso del Estado, como máxima representación popular, tiene la responsabilidad de impulsar mecanismos de evaluación constantes para que el trabajo gubernamental realmente beneficie a la ciudadanía.
Desde la bancada de Movimiento Ciudadano celebramos este tipo de ejercicios de supervisión y diálogo. Pero hacemos un llamado a que la rendición de cuentas no se limite a los informes de gobierno o glosas, sino que sea un esfuerzo continuo. Esto permitirá no solo evaluar resultados, sino también diseñar mejores estrategias para atender las necesidades actuales de nuestra población.
Por otro lado, es importante recordar que la rendición de cuentas no solo implica presentar resultados, sino también escuchar. La pluralidad en el Congreso debe aprovecharse como una oportunidad para enriquecer las propuestas, garantizar que todas las voces sean consideradas y promover una visión más incluyente del futuro de Jalisco.
Mi compromiso como legislador es garantizar que estos ejercicios sean útiles y productivos, y que nuestro trabajo como representantes populares se traduzca en beneficios reales para las y los ciudadanos. Es hora de que todos los funcionarios públicos asumamos nuestra responsabilidad con seriedad y compromiso, priorizando siempre el bienestar de la población, su futuro y una mejor calidad de vida para todos.
La rendición de cuentas debe convertirse en un mecanismo estratégico para fortalecer la democracia, más allá de los eventos anuales como informes de gobierno o glosas legislativas. Con un enfoque constante y transparente, podemos transformar este proceso en una herramienta poderosa para planear y evaluar nuestras políticas, construyendo un Jalisco más justo, funcional y comprometido con la ciudadanía.