/ miércoles 19 de julio de 2023

Otro golpe más al pueblo

La batalla por una verdadera transformación no solo se libra a nivel nacional, sino también en los espacios locales, como es el caso del Ayuntamiento de Guadalajara, que, bajo el control de Movimiento Ciudadano, parece haber olvidado los principios fundamentales del buen gobierno y no se cansa de pegarle golpes bajos a los tapatíos.

Hoy les platico un poco de la nueva ocurrencia de Pablo Lemus: el Consejo Técnico de Catastro va a hacer efectivo un aumento en el valor de terrenos, calles y avenidas, que va a estar dos puntos por arriba de la inflación. Vámonos por partes: el objetivo de revaluar el valor catastral de los bienes inmuebles es perfectamente legítimo y sirve para equilibrar las finanzas, cuando se le cobra a quien tiene que pagar más; pero lo que verdaderamente nos preocupa y nos indigna, es el impacto negativo que tendrá sobre el bolsillo de los hogares. Porque el predial no va a subir solamente para los grandes terrenos comerciales e industriales, que sería lo justo, sino para todos los contribuyentes, sin ningún tipo de protección para quienes menos tienen.

No es la primera vez que alzamos la voz en contra del aumento indiscriminado a los impuestos de este Movimiento Recaudatorio. Desde el inicio de esta administración, hemos expresado nuestro rechazo ante la falta de equidad y sensibilidad social de este gobierno. Es innegable que Guadalajara enfrenta una gran carencia en servicios municipales, siendo las calles, la seguridad y el aseo público, solo algunos ejemplos de áreas que demandan una atención urgente.

Sin embargo, parece que el gobierno municipal sube los impuestos para seguir financiando campañas ajenas y no para mejorar la vida de los tapatíos. El aumento abusivo en el predial no solo afecta el bolsillo de las familias y empresas, sino que también representa un obstáculo para el desarrollo económico y social de la ciudad. Al incrementar los costos de operación para los negocios, se pone en riesgo la generación de empleo y el crecimiento de la economía local. Además, el esfuerzo de las pequeñas y medianas empresas por recuperarse después de la pandemia se ve amenazado por una carga tributaria desproporcionada.

A lo largo de mi vida pública he tenido siempre al centro de mis preocupaciones el bienestar de la población, y esto implica tomar decisiones justas y responsables en el manejo de los recursos públicos. Resulta inaceptable que la población deba cargar con el peso de una medida que afecta directamente su calidad de vida, mientras se observa un gasto excesivo en promoción y actividades que no le aportan nada, absolutamente nada, a la gente. El dinero destinado a mejorar la calidad de vida de las y los jaliscienses no debería ser utilizado para fines partidistas o de lucro personal, sino para garantizar servicios de calidad que mejoren la vida de todos

La gente está molesta, muy molesta, y con buena razón. En las conferencias de prensa y en los recorridos que hago cada semana, escucho las mismas quejas: tenemos una población que se siente ignorada y despreciada por un gobierno que debería estar a su servicio, y no al de los intereses de los mismos de siempre. La falta de sensibilidad para escuchar las voces de la ciudadanía, que pide soluciones, ha generado un clima de desconfianza y descontento que no puede ser ignorado.

La Cuarta Transformación se basa en la participación ciudadana y en la construcción de una sociedad más justa, donde los intereses de la población sean la prioridad, y eso es precisamente lo que pedimos para Guadalajara.

Es hora de que el gobierno municipal haga aunque sea el intento de trabajar en conjunto con la ciudadanía para encontrar soluciones equitativas y sostenibles que realmente contribuyan al progreso de Guadalajara. En lugar de castigar a los contribuyentes con aumentos injustificados, es fundamental adoptar una política fiscal progresiva que garantice la justicia social y la inversión adecuada en servicios básicos, y cobrando más al que más recibe de la sociedad para que todas y todos sigamos creciendo.

La Cuarta Transformación no se trata solamente de un cambio en el poder político, sino de una revolución en la forma de gobernar, donde la voz del pueblo es escuchada y respetada. En este contexto, estamos para formar gobiernos en Jalisco que se adhieran por completo al nuevo humanismo mexicano, abandonando prácticas que solo favorecen a unos pocos y respondiendo a las necesidades reales de la población, y, por sobre todo, velando por las familias de nuestro estado.

Ya basta de abuso de poder y de decisiones unilaterales. Es momento de trabajar juntos para construir nuestro sueño de una Guadalajara más justa, inclusiva y próspera. La lucha por la Cuarta Transformación se extiende a todos los rincones de México, y Guadalajara no es la excepción. Con unidad y un genuino compromiso, el cambio verdadero está a la vuelta de la esquina para nuestra ciudad y nuestro estado.

@CarlosLomelíB

La batalla por una verdadera transformación no solo se libra a nivel nacional, sino también en los espacios locales, como es el caso del Ayuntamiento de Guadalajara, que, bajo el control de Movimiento Ciudadano, parece haber olvidado los principios fundamentales del buen gobierno y no se cansa de pegarle golpes bajos a los tapatíos.

Hoy les platico un poco de la nueva ocurrencia de Pablo Lemus: el Consejo Técnico de Catastro va a hacer efectivo un aumento en el valor de terrenos, calles y avenidas, que va a estar dos puntos por arriba de la inflación. Vámonos por partes: el objetivo de revaluar el valor catastral de los bienes inmuebles es perfectamente legítimo y sirve para equilibrar las finanzas, cuando se le cobra a quien tiene que pagar más; pero lo que verdaderamente nos preocupa y nos indigna, es el impacto negativo que tendrá sobre el bolsillo de los hogares. Porque el predial no va a subir solamente para los grandes terrenos comerciales e industriales, que sería lo justo, sino para todos los contribuyentes, sin ningún tipo de protección para quienes menos tienen.

No es la primera vez que alzamos la voz en contra del aumento indiscriminado a los impuestos de este Movimiento Recaudatorio. Desde el inicio de esta administración, hemos expresado nuestro rechazo ante la falta de equidad y sensibilidad social de este gobierno. Es innegable que Guadalajara enfrenta una gran carencia en servicios municipales, siendo las calles, la seguridad y el aseo público, solo algunos ejemplos de áreas que demandan una atención urgente.

Sin embargo, parece que el gobierno municipal sube los impuestos para seguir financiando campañas ajenas y no para mejorar la vida de los tapatíos. El aumento abusivo en el predial no solo afecta el bolsillo de las familias y empresas, sino que también representa un obstáculo para el desarrollo económico y social de la ciudad. Al incrementar los costos de operación para los negocios, se pone en riesgo la generación de empleo y el crecimiento de la economía local. Además, el esfuerzo de las pequeñas y medianas empresas por recuperarse después de la pandemia se ve amenazado por una carga tributaria desproporcionada.

A lo largo de mi vida pública he tenido siempre al centro de mis preocupaciones el bienestar de la población, y esto implica tomar decisiones justas y responsables en el manejo de los recursos públicos. Resulta inaceptable que la población deba cargar con el peso de una medida que afecta directamente su calidad de vida, mientras se observa un gasto excesivo en promoción y actividades que no le aportan nada, absolutamente nada, a la gente. El dinero destinado a mejorar la calidad de vida de las y los jaliscienses no debería ser utilizado para fines partidistas o de lucro personal, sino para garantizar servicios de calidad que mejoren la vida de todos

La gente está molesta, muy molesta, y con buena razón. En las conferencias de prensa y en los recorridos que hago cada semana, escucho las mismas quejas: tenemos una población que se siente ignorada y despreciada por un gobierno que debería estar a su servicio, y no al de los intereses de los mismos de siempre. La falta de sensibilidad para escuchar las voces de la ciudadanía, que pide soluciones, ha generado un clima de desconfianza y descontento que no puede ser ignorado.

La Cuarta Transformación se basa en la participación ciudadana y en la construcción de una sociedad más justa, donde los intereses de la población sean la prioridad, y eso es precisamente lo que pedimos para Guadalajara.

Es hora de que el gobierno municipal haga aunque sea el intento de trabajar en conjunto con la ciudadanía para encontrar soluciones equitativas y sostenibles que realmente contribuyan al progreso de Guadalajara. En lugar de castigar a los contribuyentes con aumentos injustificados, es fundamental adoptar una política fiscal progresiva que garantice la justicia social y la inversión adecuada en servicios básicos, y cobrando más al que más recibe de la sociedad para que todas y todos sigamos creciendo.

La Cuarta Transformación no se trata solamente de un cambio en el poder político, sino de una revolución en la forma de gobernar, donde la voz del pueblo es escuchada y respetada. En este contexto, estamos para formar gobiernos en Jalisco que se adhieran por completo al nuevo humanismo mexicano, abandonando prácticas que solo favorecen a unos pocos y respondiendo a las necesidades reales de la población, y, por sobre todo, velando por las familias de nuestro estado.

Ya basta de abuso de poder y de decisiones unilaterales. Es momento de trabajar juntos para construir nuestro sueño de una Guadalajara más justa, inclusiva y próspera. La lucha por la Cuarta Transformación se extiende a todos los rincones de México, y Guadalajara no es la excepción. Con unidad y un genuino compromiso, el cambio verdadero está a la vuelta de la esquina para nuestra ciudad y nuestro estado.

@CarlosLomelíB