Después de los dos primeros años de la llegada de la COVID 19 así como de sus distintas variantes, nos hemos adaptado como sociedad a esta nueva realidad y desde el arranque del 2022 se ha destapado en nuestro país y el mundo la olla de presión que se mantuvo cerrada a consecuencia de la crisis sanitaria de la cual hoy estamos viviendo sus consecuencias en diferentes rubros como son de seguridad, económica, social y familiar.
Si nos detenemos un momento a reflexionar, después del primer semestre de este año, podemos apreciar que se empezaron a levantar las restricciones que se habían implementado por la pandemia, también podemos ver que se han detonado mundialmente crisis sociales ante la euforia de salir del encierro y también podemos detectar que dichas crisis han afectado en tal medida que ahora lo vemos como algo “normal” en tanto no afecten nuestro círculo más cercano.
En nuestro país, desde el plano económico en los últimos 15 días estamos padeciendo un incremento en los precios de la canasta básica y se prevé un alza de precios generalizada, esto a consecuencia de la inflación, que si bien es cierto llevamos 15 meses con una tendencia inflacionaria fuera del rango previsto por el Banco de Mexico, durante la primera quincena del mes de junio se superó en un 7.88% la inflación, lo que ha afectado drásticamente el bolsillo de los mexicanos.
Por otro lado, la inseguridad acompañada de la impunidad, está detonando una fuerte psicosis social, donde todos nos cuidamos de todos, la desconfianza hacia la autoridad crece desmesuradamente y los ciudadanos nos aislamos, buscando refugio en nuestras familias o con los amigos, ahora nuestro grado de asombro ha disminuido tanto que inconscientemente vemos “normal” algunos eventos que otras veces nos espantaban o indignaban enormemente, por poner algunos ejemplos; los homicidios de sacerdotes al norte del país, las muertes de los policías de El Salto en el cumplimiento de su deber y en el que rescataron a dos víctimas privadas de su libertad, el asesinato en pleno restaurante de la esposa por el esposo. ¿Cuántas muertes más se necesitan para poner manos a la obra?
Si bien es cierto que el gobierno debe hacer lo propio para generar condiciones económicas estables y garantizar la seguridad en nuestro país, también es cierto que cada uno de nosotros debemos poner nuestro granito de arena para cambiar la realidad que hoy estamos viviendo. Y aquí la pregunta obligada es: ¿qué estamos haciendo desde nuestra trinchera para cambiar la realidad y no normalizarla?
Las pequeñas acciones y la suma de esfuerzos siempre multiplicarán los resultados y para muestra un botón, la iniciativa que surge de un grupo de amigos hace unos años, sin querer queriendo, fórmanos CARE (Consejo de Alto Rendimiento Empresarial) que el principal objetivo es la de compartir consejos para ser mejores empresarios, tener mejores empresas, socialmente responsables, con los mejores empleados, pero sobre todos convertirnos en mejores personas y ciudadanos corresponsables de lo qué pasa en nuestra ciudad. Desde cada espacio todos podemos aportar y construir un mejor país, de eso estoy seguro.
Twitter. @ORmzCastellanos
Facebook. @ramirezcastellanos.oscar
Instagram. @oscaramirezcastellanos