Fuimos testigos de la forma burda en que el partido Morena realiza sus procesos y por ende, podemos darnos cuenta que lo que se avecina en los próximos meses será una clara muestra de la voracidad y la ambición que impera en Palacio Nacional, viviremos un proceso electoral sucio, irrespetuoso, plagado de mentiras, y con una clara violación a las leyes y a la Constitución. Claramente el camino que está trazando el partido oficial, sus líderes y el propio presidente, va encaminado a realizar una elección de estado.

Quedó claro que la corrupción en México sigue imperando de manera descarada. Fue evidente que el dinero utilizado para la promoción de la candidata oficial salió del erario público, de los impuestos y los recortes presupuestales que según López Obrador no son "necesarios" por proceder de gobiernos neoliberales y conservadores.

El ejercicio electoral que vivimos en la precampaña fue la antesala para que los morenistas pusieran en práctica la forma en que llevaran a cabo la campaña política oficial que inicia en el mes de marzo. Para el presidente y sus aduladores no les importa violentar la ley ni la Constitución; con el dinero público amagarán a quienes lo reciban a cambio del voto a favor de MORENA, tal es el caso del adelanto de la pensión de adultos mayores, a quien constantemente les engañan diciendo que "si pierde MORENA se acaban esos apoyos" este es uno más de los discursos plagados de mentiras y promesas que no son capaces de cumplir.

Desde que inició el actual gobierno morenista y desde Palacio Nacional, se ha realizado una clara campaña política a favor de los candidatos y el partido del presidente, además de buscar destruir las instituciones que se encargan de regular y llevar a cabo los procesos electorales democráticos del país. Lo vimos con el INE y ante el fallido intento de desaparecerlo, han implementado estrategias para crear una polarización entre los ciudadanos que no comulga con las ideas del presidente y por otro lado con quienes viven engañados por la mentira de que México va hacia un mejor futuro y que estamos bien.

Lo que se vivió y quedó demostrado es que se avecina una campaña de estado por parte de MORENA y sus dirigentes. Se avecina una guerra donde las mentiras, la corrupción y la compra de votos, serán el distintivo del partido guinda, quien ha perfeccionado lo que siempre criticó y hoy de manera descarada, lo pone en práctica diariamente. Todo ello rematará en la clara intención del presidente: ser él quien elija a la próxima mandataria de México por medio de una elección de estado disfrazada de la elección del pueblo.

Hoy más que nunca se vuelve necesario que la sociedad se decida a participar de manera libre en el próximo proceso electoral. Recordemos que la democracia nos permite tener elecciones libres, pero una elección de estado nos hará perder esa democracia que tanto nos ha costado. Ese es el verdadero peligro que vive hoy México.

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