Los temas ambientales forman parte de nuestra ciudad, y como lo he hablado en columnas anteriores, la AMG está viviendo un acelerado proceso de urbanización, mismos que se ha visto acompañado, casi siempre, por un creciente deterioro del medio ambiente y de la calidad de vida en general.

La ciudad está en la primera línea de la actual crisis climática, experimentando fenómenos meteorológicos extremos con mayor frecuencia, como inundaciones en un extremo y sequías del otro, además de un aumento exponencial de la temperatura global.

Las problemáticas ambientales de las áreas urbanas, derivan principalmente de la concentración demográfica en un espacio reducido. La cantidad de recursos naturales necesarios para la población y la actividad urbana, es enormemente superior a la que la ciudad es capaz de producir, teniendo impacto en otras regiones, puesto que se extraen los recursos de estas zonas para satisfacer las necesidades de la ciudad, teniendo como consecuencia efectos contaminantes.

La comunidad científica ha demostrado que este último siglo la temperatura ha aumentado 0.6°C; el nivel del mar ha crecido de 10 a 12 cm, debido a la expansión de los océanos, que cada vez se calientan más. Y ¿por qué ha pasado esto? El modo en que producimos y el uso energético está generando estos cambios.

El cambio climático es hoy; no tenemos un futuro prometedor, y las generaciones futuras no tendrán oportunidad de disfrutar los beneficios que nos provee el planeta; todos tienen derecho a tener un ambiente sano y nos toca a nosotros poner manos a la obra, YA.

Entonces ¿Cómo nos afecta el cambio climático? El agua potable comenzara a escasear gradualmente, habrá cambios en las condiciones para la producción de alimentos, aumentaran los índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor; habrá una masiva extinción de animales y plantas, ya que los hábitats cambiarán tan rápido, que muchas especies no se podrán adaptar; la salud de millones de personas podría verse amenazada por el aumento de enfermedades por vectores, alimentación, etc.

Ahora, en el área metropolitana de Guadalajara, hemos enfrentamos incendios en uno de nuestros pulmones: el bosque de la primavera. Hemos afrontado eventos como el deslave en la zona de Bosques de Santa Anita, la granizada en junio del 2019 en Guadalajara, inundaciones cada vez más severas y los episodios de mala calidad del aire son cada vez más constantes.

El cambio climático no solo es un fenómeno ambiental, sino que es un fenómeno económico y social, por lo que debemos portarnos bien con el planeta; él nos da vida.

Es tiempo de unir esfuerzos, desde lo individual, hasta lo colectivo, para lograr grandes cambios y así tener una ciudad que garantice nuestra calidad de vida.

¿Tú qué vas a hacer?

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