/ miércoles 19 de junio de 2024

Los Hechos | Verificación, motos, basura y estrés

Todo parece indicar que en el mundo está de moda la angustia social, por múltiples razones originadas, muchas, en la pérdida de los valores auténticos de la humanidad y el imperio de las ambiciones y la corrupción. Hay quienes aseguran que aquí entre nosotros, o sea los habitantes del país y en concreto de la Zona Metropolitana de Guadalajara, no nos escapamos de esa corriente demoledora. La ansiedad siempre ha existido a nivel individual, pero hoy ha adquirido dimensiones extraordinarias.

Aunque por fortuna, se tiene la perspectiva de que con las elecciones y el inminente arribo de nuevos gobiernos, se renueve el aliento para la población con vista a la solución del problema o cuando menos a su reducción.

¿Y por qué se dice que con la nueva autoridad hay la posibilidad de que se reduzcan las causas de este problema, si los gobernantes que van a entrar en funciones en nuestra urbe pertenecen al mismo partido todavía en funciones?

Pues simplemente porque así son las cosas y porque aun cuando ha habido reelección en algunas áreas, cuando menos se han realizado promociones de un puesto a otro. Y se afirma que Pablo Lemus, hoy gobernador electo, tiene no solamente la obligación sino sobre todo la oportunidad, de rescatar el nivel de bienestar para los jaliscienses.

Ahora bien, remitiéndonos a algunas de las causas de la ansiedad extendida, se asegura que la Verificación Vehicular, en la forma en que se ha presentado, es causa de que alto número de familias se debatan desde ahora en la incertidumbre, ante la amenaza de quedarse sin su unidad motorizada cuando sea rechazada en la revisión. El problema no es pequeño y hay quienes presas de la inseguridad, ven con temor la posibilidad de que este programa se convierta en un atentado al patrimonio familiar de muchos miles de hogares jaliscienses, al ser despojados de un bien por el cual pagaron una buena cantidad de dinero. Aparte del descenso que ello representaría en la calidad de vida.

La gente de la clase media y de la baja, consideran que el programa se arrancó sin haberse hecho los estudios sociales que se requieren y prueba de ello es que a la hora de la hora se han empezado a hacer rectificaciones para atenuar sus efectos. Pablo Lemus anunció que para empezar se va a eliminar el cobro por la revisión, mientras que el aún gobernador Enrique Alfaro ha prometido ayuda de 20 mil pesos a jefes de familia, para la compra de una nueva unidad, así como de 67 mil pesos para los taxistas que le entren también a la renovación de sus autos. Hay pues, señales esperanzadoras en este campo.

Está enseguida entre las causas de la angustia, el problemón por la falta de control de los alocados motociclistas que circulan como desaforados entre autos, camiones y camionetas, agudizando la preocupación con que se conduce en situaciones regulares. La autoridad del transporte se ha limitado a multar a motociclistas y obligarlos a usar casco, así como a impartir cursos a destiempo. Pero el problema a fondo no se ha atacado y ahora podría enfrentarse.

Por si fuera poco está además el problema de la inicua recolección de basura, que a las deficiencia ya conocidas, agrega ahora la mala fe de los recolectores, que inclusive pasan por las calles “de puntitas”, como delincuentes, o sea sin sonar las campanas de aviso, para reducir su trabajo al mínimo.

O sea que la población advierte que cada vez es más amplio el campo donde domina el estrés y consideran que la nueva autoridad –Lemus, Verónica, Frangie y Laura Imelda- deben aprovechar la oportunidad para agarrar el toro por los cuernos y emprender un período de diálogo y trabajo en común con la sociedad. La gente puede ser muy agradecida y la gratitud y el cariño de la población sería el mejor premio para sus gobernantes.

Todo parece indicar que en el mundo está de moda la angustia social, por múltiples razones originadas, muchas, en la pérdida de los valores auténticos de la humanidad y el imperio de las ambiciones y la corrupción. Hay quienes aseguran que aquí entre nosotros, o sea los habitantes del país y en concreto de la Zona Metropolitana de Guadalajara, no nos escapamos de esa corriente demoledora. La ansiedad siempre ha existido a nivel individual, pero hoy ha adquirido dimensiones extraordinarias.

Aunque por fortuna, se tiene la perspectiva de que con las elecciones y el inminente arribo de nuevos gobiernos, se renueve el aliento para la población con vista a la solución del problema o cuando menos a su reducción.

¿Y por qué se dice que con la nueva autoridad hay la posibilidad de que se reduzcan las causas de este problema, si los gobernantes que van a entrar en funciones en nuestra urbe pertenecen al mismo partido todavía en funciones?

Pues simplemente porque así son las cosas y porque aun cuando ha habido reelección en algunas áreas, cuando menos se han realizado promociones de un puesto a otro. Y se afirma que Pablo Lemus, hoy gobernador electo, tiene no solamente la obligación sino sobre todo la oportunidad, de rescatar el nivel de bienestar para los jaliscienses.

Ahora bien, remitiéndonos a algunas de las causas de la ansiedad extendida, se asegura que la Verificación Vehicular, en la forma en que se ha presentado, es causa de que alto número de familias se debatan desde ahora en la incertidumbre, ante la amenaza de quedarse sin su unidad motorizada cuando sea rechazada en la revisión. El problema no es pequeño y hay quienes presas de la inseguridad, ven con temor la posibilidad de que este programa se convierta en un atentado al patrimonio familiar de muchos miles de hogares jaliscienses, al ser despojados de un bien por el cual pagaron una buena cantidad de dinero. Aparte del descenso que ello representaría en la calidad de vida.

La gente de la clase media y de la baja, consideran que el programa se arrancó sin haberse hecho los estudios sociales que se requieren y prueba de ello es que a la hora de la hora se han empezado a hacer rectificaciones para atenuar sus efectos. Pablo Lemus anunció que para empezar se va a eliminar el cobro por la revisión, mientras que el aún gobernador Enrique Alfaro ha prometido ayuda de 20 mil pesos a jefes de familia, para la compra de una nueva unidad, así como de 67 mil pesos para los taxistas que le entren también a la renovación de sus autos. Hay pues, señales esperanzadoras en este campo.

Está enseguida entre las causas de la angustia, el problemón por la falta de control de los alocados motociclistas que circulan como desaforados entre autos, camiones y camionetas, agudizando la preocupación con que se conduce en situaciones regulares. La autoridad del transporte se ha limitado a multar a motociclistas y obligarlos a usar casco, así como a impartir cursos a destiempo. Pero el problema a fondo no se ha atacado y ahora podría enfrentarse.

Por si fuera poco está además el problema de la inicua recolección de basura, que a las deficiencia ya conocidas, agrega ahora la mala fe de los recolectores, que inclusive pasan por las calles “de puntitas”, como delincuentes, o sea sin sonar las campanas de aviso, para reducir su trabajo al mínimo.

O sea que la población advierte que cada vez es más amplio el campo donde domina el estrés y consideran que la nueva autoridad –Lemus, Verónica, Frangie y Laura Imelda- deben aprovechar la oportunidad para agarrar el toro por los cuernos y emprender un período de diálogo y trabajo en común con la sociedad. La gente puede ser muy agradecida y la gratitud y el cariño de la población sería el mejor premio para sus gobernantes.