Si no fuera porque se trata de una cosa bastante seria, causaría risa el ver la forma en que algunos actores de la política expresan su militancia ideológica y partidista.
Y esto es posible observarlo porque precisamente nuestra patria chica es uno de los lugares donde se da esa confrontación que en algunos casos, unos miran como peleas entre niños o hasta como pleito de comadres.
Siendo esto así, el comal le dijo a la olla:
¿Tu tienes un nuevo programa de salud? Ah, pues yo no lo quiero y tendré el mío propio… ¿tú vas a meter nuevos libros a las escuelas?...pues yo seguiré con los que ya tengo….¿Tú tienes un sistema de multas con base en cámaras vigilantes?...ah, pues yo voy a quitar las que tú habías puesto….¿tú estás apoyando incondicionalmente a los mandamases de la economía?...ah, pues yo prefiero dar más atención a los pobres.
Este sería el escenario que se presenta entre los grupos que están metidos en la pelea por orientar el rumbo de nuestro país. El duelo es en serio, pero como lo apuntamos antes, a veces se presenta en tales términos que algunos lo ven como un masacote, o sea una mezcla de cosas diferentes y raras, que da como resultado un producto indefinido.
¿Qué va a resultar de todo esto? Pues hasta ahora no lo sabemos.
Sobre todo porque en otros lugares, situaciones como ésta ya tienen bastante tiempo y no se ve cuándo ni cómo podrán terminar.
Mientras tanto, aquí la situación hasta perecería cómica cuando se ven los toros desde la barrera, pero indiscutiblemente puede ser lamentable para quienes reciben los catorrazos.
Aunque desde luego que hay problemas verdaderos a causa de esta indefinición, porque a fin de cuentas, con estas diferencias a veces profundas, la sociedad se resquebraja y podríamos quedar lejos de un rumbo cierto y un trabajo a conciencia. Los adultos han estado agarrando partido, pero la niñez puede quedar en la desorientación.
Aparte de que pueden darse casos raros, como el de que un niño de un lugar donde hay determinada orientación educativa, sea llevado por su familia a residir en otra región y se encuentre con que allá los libros son diferentes y por lo tanto los maestros hablan distinto. ¿No estamos metiendo a nuestros hijos en una situación de desorientación y atraso?
¿Estamos viviendo un caso de niños al garete?
También hay familias en que los padres se mantienen firmes en los ideales patrióticos de justicia e independencia, mientras que los hijos tienen ideas opuestas, que pueden ser las de moda.
En fin, con todo esto que estamos viendo, puede confirmarse que un desorden en la selección de productos, lo que da como resultado es un masacote. Los adultos pueden esperar a que la tormenta pase; pero los niños y los jóvenes ¿qué es lo que van a pensar? ¿cuáles serán los ideales por los que van a luchar? ¿cuál va a ser su formación ideológica y emocional si no hay bases firmes para que se desarrollen? A veces no se nota, pero sería triste que los pequeños sean quienes paguen los platos que otros rompen.