/ lunes 1 de julio de 2024

Los Hechos | Los Trabajadores ¿Al grupo de los 'invisibles'?

Al paso del tiempo y con el avance de las nuevas políticas liberales en la economía, los trabajadores parecen quedar fuera del discurso oficial de los gobernantes en turno, y por lo visto, también de la agenda oficial.

Consideran los observadores que esta aparente marginación se presenta después de que durante decenios el sector obrero fue parte principal de los programas de gobierno. Aunque ahora parecen destinados a acompañar a los pobres en el campo de los sectores “invisibles”, como se ha dado en llamar a los desposeídos, dentro del nuevo lenguaje usado en el ámbito político.

Lo cual se considera de tomarse en cuenta, ante la posibilidad de que la desatención de estos sectores ubicados en la parte baja de la escala económico-social, puedan caer aún más al fondo, en un descenso que no solamente se estima inconveniente, sino además injusto, por la importancia que tienen los trabajadores en la vida nacional.

Hay quienes ante tal panorama se hace esta reflexión sobre la situación imperante: El Capital, bien…¿Y el Trabajo? Esto, no obstante que los trabajadores, junto con los empresarios, forman la base, el sostén, de lo que es la vida del país.

Si se nos ocurriera comparar la composición nacional con lo que es la estructura del cuerpo humano, podríamos llegar a conclusiones tan interesantes como las que siguen:

Los Empresarios serían la Osamenta Corporal, la cual es indiscutiblemente de primer orden, pues sin tal aparato el cuerpo quedaría como un saco vacío, sin sostén; luego seguiría de manera inmediata el Sector Obrero, que sería el Sistema Cardiovascular, con su irrigación sanguínea que da fuerza a todo el continente corporal; los trabajadores son la sangre del cuerpo. El Gobierno nacional sería algo así como el Cerebro; la Religión bien llevada, el Corazón; el Poder Legislativo, el aparato digestivo; el Poder Judicial, el Sistema de Defensas Naturales; los partidos políticos buenos, como los de la época post-revolucionaria, serían los músculos; los Gobiernos estatales, el Sistema Nervioso; las Fuerzas Armadas, la Piel; el Sector Salud, el Riñón; y así sucesivamente.

Tenemos pues que por dondequiera que se les vea, los trabajadores son parte medular en la vida del país, por lo que desde siempre habían sido tomados en cuenta, pero que de un tiempo a la fecha, pareciera que está siendo olvidados, cuando menos en el discurso oficial y –como antes dijimos- hasta en la agenda básica de obligaciones.

En la época posterior a la Revolución, el sector laboral era considerado pieza fuerte de la política y sus derechos fueron creciendo. Después de eso la figura del trabajador ha ido mermando.

Cabe apuntar que durante el Gobierno de López Obrador el sector obrero no ha sido muy mencionado como tal (por aparentes razones políticas), aunque sí ha habido alguna atención con el aumento a los salarios mínimos. Empero, las instituciones que lo auxilian y protegen, como el INFONAVIT y el IMSS, no parecen estar en su mejor momento.

Y es algo que supuestamente se tendría que atender, por lo que la perspectiva sobre ese rescate queda abierta. Veremos si tenemos capacidad de reflexión y mantenemos la virtud de la rectificación. Eso es lo que se habrá de ver en el futuro próximo.

Al paso del tiempo y con el avance de las nuevas políticas liberales en la economía, los trabajadores parecen quedar fuera del discurso oficial de los gobernantes en turno, y por lo visto, también de la agenda oficial.

Consideran los observadores que esta aparente marginación se presenta después de que durante decenios el sector obrero fue parte principal de los programas de gobierno. Aunque ahora parecen destinados a acompañar a los pobres en el campo de los sectores “invisibles”, como se ha dado en llamar a los desposeídos, dentro del nuevo lenguaje usado en el ámbito político.

Lo cual se considera de tomarse en cuenta, ante la posibilidad de que la desatención de estos sectores ubicados en la parte baja de la escala económico-social, puedan caer aún más al fondo, en un descenso que no solamente se estima inconveniente, sino además injusto, por la importancia que tienen los trabajadores en la vida nacional.

Hay quienes ante tal panorama se hace esta reflexión sobre la situación imperante: El Capital, bien…¿Y el Trabajo? Esto, no obstante que los trabajadores, junto con los empresarios, forman la base, el sostén, de lo que es la vida del país.

Si se nos ocurriera comparar la composición nacional con lo que es la estructura del cuerpo humano, podríamos llegar a conclusiones tan interesantes como las que siguen:

Los Empresarios serían la Osamenta Corporal, la cual es indiscutiblemente de primer orden, pues sin tal aparato el cuerpo quedaría como un saco vacío, sin sostén; luego seguiría de manera inmediata el Sector Obrero, que sería el Sistema Cardiovascular, con su irrigación sanguínea que da fuerza a todo el continente corporal; los trabajadores son la sangre del cuerpo. El Gobierno nacional sería algo así como el Cerebro; la Religión bien llevada, el Corazón; el Poder Legislativo, el aparato digestivo; el Poder Judicial, el Sistema de Defensas Naturales; los partidos políticos buenos, como los de la época post-revolucionaria, serían los músculos; los Gobiernos estatales, el Sistema Nervioso; las Fuerzas Armadas, la Piel; el Sector Salud, el Riñón; y así sucesivamente.

Tenemos pues que por dondequiera que se les vea, los trabajadores son parte medular en la vida del país, por lo que desde siempre habían sido tomados en cuenta, pero que de un tiempo a la fecha, pareciera que está siendo olvidados, cuando menos en el discurso oficial y –como antes dijimos- hasta en la agenda básica de obligaciones.

En la época posterior a la Revolución, el sector laboral era considerado pieza fuerte de la política y sus derechos fueron creciendo. Después de eso la figura del trabajador ha ido mermando.

Cabe apuntar que durante el Gobierno de López Obrador el sector obrero no ha sido muy mencionado como tal (por aparentes razones políticas), aunque sí ha habido alguna atención con el aumento a los salarios mínimos. Empero, las instituciones que lo auxilian y protegen, como el INFONAVIT y el IMSS, no parecen estar en su mejor momento.

Y es algo que supuestamente se tendría que atender, por lo que la perspectiva sobre ese rescate queda abierta. Veremos si tenemos capacidad de reflexión y mantenemos la virtud de la rectificación. Eso es lo que se habrá de ver en el futuro próximo.