/ lunes 22 de julio de 2024

Los Hechos: El 'estilo' de Trump

“La ley del más fuerte”; “El pez más grande se come al chico”; “No te puedes poner con Sansón a las patadas”, son algunos de los dichos populares que se vienen a la mente tras las declaraciones hechas por Donald Trump sobre supuestas imposiciones de su país contra México, la vez anterior que se desempeñó como Presidente de la República.

Algunos medios informativos nacionales y extranjeros, ven las revelaciones y afirmaciones de Donald como una especie de burla “por haber hecho lo que quería” con Marcelo Ebrard y hasta con Andrés Manuel López Obrador en lo referente a los controles para frenar la migración de mexicanos y sudamericanos a los Estados Unidos.

¿Es entonces Trump un “chico malo”?... ¿Debemos verlo como “el malo” de la película? ¿Es alguien con quien hay que andarse con cuidado?

Esa es la pregunta que muchos se hacen respecto a lo que podrían revelar las expresiones del candidato a reelegirse con el apoyo del Partido Republicano.

Y el fondo del asunto es que lo expresado por el expresidente y la reacción de los aludidos, puede poner en claro algunas preguntas que los observadores se hacen acerca de la forma en que se dan las cosas entre los políticos de uno y otro lado.

Para empezar, se refuerza la idea que se tiene acerca del estilo de Trump, que muchas veces consiste en proteger los intereses de su país a ultranza, sobre una supuesta base de que “el fin justifica los medios”. Y no le importa recurrir a estrategias como la de los aranceles a productos mexicanos, para la aceptación de acuerdos a favor del más fuerte. También es de hacerse notar la manera en que dice las cosas, con un lenguaje que a muchos parece severo y de un nivel tal vez populachero. Algunos lo juzgarían de populista.

Por el otro lado, también se pone de manifiesto lo que muchos sospechaban, respecto a la evidente posición pragmática del gobierno de López Obrador, quien convencido de que no conviene “ponerse con Sansón a las patadas”, cooperó firmemente con los vecinos del Norte, en lo que trata al control de los migrantes. Y en otros interesantes aspectos. Mientras que al mismo tiempo, avanzaba en lo que trata a la defensa de los intereses legítimos de los mexicanos.

La prudencia de las autoridades mexicanas la estiman los observadores como algo ciertamente justificado, recordando que las relaciones internacionales se asemejan muchas veces a las de un campo minado, donde hay que andarse con mucho tacto, so pena de sufrir las consecuencias en caso de dar un mal paso.

Y hay de pasadita, sospechan los observadores que lo revelado por Trump explica en cierto modo, la razón de que Marcelo Ebrard no haya sido apoyado en sus aspiraciones presidenciales y todo haya quedado bajo la responsabilidad de Claudia Sheinbaum. Pues sucedió que como titular de Relaciones Exteriores, a Ebrard le tocó “bailar con la más fea” y podría darse el caso de que las concesiones que México tuvo que dar a los vecinos del Norte, a través de la SRE, sería más fácil que continuaran indefinidamente, estando en la Presidencia alguien con quienes ya estaban acostumbrados a tratar.

En fin, son consideraciones y especulaciones que se hacen como resultado de la forma abierta en que Donald Trump ha dado a conocer su forma de conducirse y de hacer política. Mientras que por este lado, López Obrador ha hecho prácticamente lo mismo, ratificando que la actitud de nuestro país ante las autoridades de EU, seguirá siendo de diálogo y no de confrontación. Por la buena, todo lo que se pueda; por la mala… a lo mejor ni se puede.




“La ley del más fuerte”; “El pez más grande se come al chico”; “No te puedes poner con Sansón a las patadas”, son algunos de los dichos populares que se vienen a la mente tras las declaraciones hechas por Donald Trump sobre supuestas imposiciones de su país contra México, la vez anterior que se desempeñó como Presidente de la República.

Algunos medios informativos nacionales y extranjeros, ven las revelaciones y afirmaciones de Donald como una especie de burla “por haber hecho lo que quería” con Marcelo Ebrard y hasta con Andrés Manuel López Obrador en lo referente a los controles para frenar la migración de mexicanos y sudamericanos a los Estados Unidos.

¿Es entonces Trump un “chico malo”?... ¿Debemos verlo como “el malo” de la película? ¿Es alguien con quien hay que andarse con cuidado?

Esa es la pregunta que muchos se hacen respecto a lo que podrían revelar las expresiones del candidato a reelegirse con el apoyo del Partido Republicano.

Y el fondo del asunto es que lo expresado por el expresidente y la reacción de los aludidos, puede poner en claro algunas preguntas que los observadores se hacen acerca de la forma en que se dan las cosas entre los políticos de uno y otro lado.

Para empezar, se refuerza la idea que se tiene acerca del estilo de Trump, que muchas veces consiste en proteger los intereses de su país a ultranza, sobre una supuesta base de que “el fin justifica los medios”. Y no le importa recurrir a estrategias como la de los aranceles a productos mexicanos, para la aceptación de acuerdos a favor del más fuerte. También es de hacerse notar la manera en que dice las cosas, con un lenguaje que a muchos parece severo y de un nivel tal vez populachero. Algunos lo juzgarían de populista.

Por el otro lado, también se pone de manifiesto lo que muchos sospechaban, respecto a la evidente posición pragmática del gobierno de López Obrador, quien convencido de que no conviene “ponerse con Sansón a las patadas”, cooperó firmemente con los vecinos del Norte, en lo que trata al control de los migrantes. Y en otros interesantes aspectos. Mientras que al mismo tiempo, avanzaba en lo que trata a la defensa de los intereses legítimos de los mexicanos.

La prudencia de las autoridades mexicanas la estiman los observadores como algo ciertamente justificado, recordando que las relaciones internacionales se asemejan muchas veces a las de un campo minado, donde hay que andarse con mucho tacto, so pena de sufrir las consecuencias en caso de dar un mal paso.

Y hay de pasadita, sospechan los observadores que lo revelado por Trump explica en cierto modo, la razón de que Marcelo Ebrard no haya sido apoyado en sus aspiraciones presidenciales y todo haya quedado bajo la responsabilidad de Claudia Sheinbaum. Pues sucedió que como titular de Relaciones Exteriores, a Ebrard le tocó “bailar con la más fea” y podría darse el caso de que las concesiones que México tuvo que dar a los vecinos del Norte, a través de la SRE, sería más fácil que continuaran indefinidamente, estando en la Presidencia alguien con quienes ya estaban acostumbrados a tratar.

En fin, son consideraciones y especulaciones que se hacen como resultado de la forma abierta en que Donald Trump ha dado a conocer su forma de conducirse y de hacer política. Mientras que por este lado, López Obrador ha hecho prácticamente lo mismo, ratificando que la actitud de nuestro país ante las autoridades de EU, seguirá siendo de diálogo y no de confrontación. Por la buena, todo lo que se pueda; por la mala… a lo mejor ni se puede.