/ lunes 14 de octubre de 2024

La política y el periodismo que México merece

No les funcionó en el anterior sexenio, pero siguen aún con la misma narrativa, afirmando que el sexenio de AMLO fue un fracaso en todos los sentidos. Los que denigran la administración del tabasqueño son algunos políticos de la oposición, y numerosos periodistas al servicio de las élites.

Acusan al gobierno de López Obrador de dictatorial, de que no pudo pacificar al país, de que su sexenio fue el más sangriento, de que no logró abatir la pobreza ni los altos índices de desempleo, de que el crecimiento del PIB fue el más bajo en las últimas décadas…

La pregunta es: ¿será esta la política y el periodismo que necesitan los mexicanos de hoy, los que en su gran mayoría respaldaron el proyecto de nación de la Cuarta Transformación, el pasado 2 de junio, produciendo en las urnas el peor fracaso de la oposición en la historia electoral de México?

En mi opinión, los mexicanos merecen un periodismo diferente, capaz de satisfacer el derecho del público a ser debidamente informado. Lamentablemente, se desinformó al pueblo de México a lo largo del sexenio que acaba de terminar, y se sigue desinformando hoy. Esta desinformación recurrente constituye un insulto a la inteligencia de la ciudadanía que conoció y respaldó a lo largo de su gestión al hoy ex presidente de México.

Nuestro país merece también otro tipo de oposición: constructiva, propositiva, mejor preparada que la que fue derrotada en las pasadas elecciones federales, desconectada completamente de la realidad de nuestro país. Nos merecemos una oposición que privilegie el bienestar de la ciudadanía, y que ésta lo note.

La oposición de nuestro tiempo necesita conocer a la gente, acercarse más a ella, no únicamente en tiempos electorales como lo han venido haciendo, sino en todo tiempo. Al respecto, el periodista Francisco Zarco, paladín de la libre expresión y defensor de la causa republicana, decía:

"Para que un gobierno administre bien a un pueblo, es preciso que lo conozca, que tenga datos seguros sobre sus necesidades, sus hábitos dominantes, sus tendencias sociales, en una palabra, el carácter de la nación que gobierna".

Además de conocer al pueblo de México, “la clase política” de la oposición debe colocar el interés de los mexicanos sobre sus ambiciones personales, y entender que México ya cambió, y que sus habitantes difícilmente permitirán el retorno de la corrupción, la opacidad y el autoritarismo de los viejos tiempos.

Muchos lo saben, y aún así critican todo lo que hace el incipiente gobierno que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, una política que empieza con firmeza y con el pie derecho, teniendo la ventaja que tuvo en todo momento el gobierno de AMLO: el respaldo de la mayoría de los mexicanos.


No les funcionó en el anterior sexenio, pero siguen aún con la misma narrativa, afirmando que el sexenio de AMLO fue un fracaso en todos los sentidos. Los que denigran la administración del tabasqueño son algunos políticos de la oposición, y numerosos periodistas al servicio de las élites.

Acusan al gobierno de López Obrador de dictatorial, de que no pudo pacificar al país, de que su sexenio fue el más sangriento, de que no logró abatir la pobreza ni los altos índices de desempleo, de que el crecimiento del PIB fue el más bajo en las últimas décadas…

La pregunta es: ¿será esta la política y el periodismo que necesitan los mexicanos de hoy, los que en su gran mayoría respaldaron el proyecto de nación de la Cuarta Transformación, el pasado 2 de junio, produciendo en las urnas el peor fracaso de la oposición en la historia electoral de México?

En mi opinión, los mexicanos merecen un periodismo diferente, capaz de satisfacer el derecho del público a ser debidamente informado. Lamentablemente, se desinformó al pueblo de México a lo largo del sexenio que acaba de terminar, y se sigue desinformando hoy. Esta desinformación recurrente constituye un insulto a la inteligencia de la ciudadanía que conoció y respaldó a lo largo de su gestión al hoy ex presidente de México.

Nuestro país merece también otro tipo de oposición: constructiva, propositiva, mejor preparada que la que fue derrotada en las pasadas elecciones federales, desconectada completamente de la realidad de nuestro país. Nos merecemos una oposición que privilegie el bienestar de la ciudadanía, y que ésta lo note.

La oposición de nuestro tiempo necesita conocer a la gente, acercarse más a ella, no únicamente en tiempos electorales como lo han venido haciendo, sino en todo tiempo. Al respecto, el periodista Francisco Zarco, paladín de la libre expresión y defensor de la causa republicana, decía:

"Para que un gobierno administre bien a un pueblo, es preciso que lo conozca, que tenga datos seguros sobre sus necesidades, sus hábitos dominantes, sus tendencias sociales, en una palabra, el carácter de la nación que gobierna".

Además de conocer al pueblo de México, “la clase política” de la oposición debe colocar el interés de los mexicanos sobre sus ambiciones personales, y entender que México ya cambió, y que sus habitantes difícilmente permitirán el retorno de la corrupción, la opacidad y el autoritarismo de los viejos tiempos.

Muchos lo saben, y aún así critican todo lo que hace el incipiente gobierno que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, una política que empieza con firmeza y con el pie derecho, teniendo la ventaja que tuvo en todo momento el gobierno de AMLO: el respaldo de la mayoría de los mexicanos.