El Senado de la República volvió a hacer de las suyas al designar a Rosario Piedra Ibarra nuevamente como Presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pero sin duda, fue un proceso en el que se pueden cuestionar muchas cosas.
Lo primero es la influencia que sigue teniendo Andrés Manuel López Obrador a través de sus operadores como Adán Augusto López, un personaje que ha sabido operar al interior de los grupos morenistas, pero también con las otras fuerzas políticas y como ejemplo tenemos a los senadores Yúnes, ex panista; Barreda, emecista; José Sabino Herrera y Araceli Saucedo, ex perredistas y en los últimos días Cynthia López Castro, ex priísta, todos de alguna u otra forma se han sumado al proyecto morenista en el Senado, ya sea con votos o con faltas a las sesiones, pero sin duda, es de resaltar la operación de Adán Augusto López y ahora al interior de Morena también trabajó en la votación a favor de Rosario Piedra.
Sin duda, Rosario Piedra Ibarra era el peor perfil de la terna, ser Presidenta de la CNDH no te hace experta en derechos humanos y sobre todo cuando está en duda la efectividad durante su gestión, por ejemplo el número de quejas resueltas durante la gestión de Rosario Piedra podría haber sido un dato importante en la decisión.
Por otro lado, además de Piedra Ibarra, las aspirantes que estaban en la terna, una de ellas, Nashielli Ramírez, con un trabajo destacado al frente de la Comisión de Derechos Humanos de la CdMx justamente en el periodo de Claudia Sheinbaum como Jefa de Gobierno, por lo que se pensó que tendría muchas posibilidades con el impulso de la misma Presidenta de México, pero no contaban con la presencia de los operadores de AMLO en el Senado, y además la jalisciense Paulina Hernández.
Será otro periodo gris por parte de la CNDH, pero al parecer al Senado eso no le importó, pudo más una línea política que el respeto a los derechos humanos en México, esperemos que se mejore la gestión al frente de la CNDH, aunque el escenario no es alentador, era una importante prueba para el Ejecutivo Federal y al parecer se impuso la voluntad del obradorismo en el Senado de la República, ¿Será este el primer quiebre entre Sheinbaum y AMLO? El tiempo lo dirá, lamentablemente los más afectados por la decisión somos los ciudadanos y los derechos humanos en el país, todo gracias a la piedra de los Derechos Humanos.
Académico Universidad Panamericana*