/ lunes 29 de enero de 2024

La migración, tarea incumplida


En el mes de Marzo de 2023, según informó The San Diego Union Tribune, Estados Unidos había acogido 72,500 migrantes con visados humanitarios entregados entre otros a 7,500 nicaragüenses, 18,000 haitianos, 32,000 venezolanos y 15,000 cubanos, cumpliendo por su parte con el derecho internacional humanitario.

No obstante ello, el éxodo de latinoamericanos, africanos, gente de Europa del Este e incluso asiáticos buscando llegar a territorio estadounidense es continuo y lamentablemente México ha sido elegido como paso obligado para su traslado generando un problema doble, pues los migrantes requieren de ayuda y asistencia social especial por las lamentables condiciones con las que abandonaron sus países y se trasladan por el nuestro, y los nuestros que sufren esa suerte de invasión en sus territorios lo mismo en Chiapas, Veracruz y Tabasco, que en Tamaulipas, Sonora y Baja California han sido abandonados por el Gobierno Mexicano, dejados por completo a su suerte, más ocupado con su trenecito y su refinería que sirve para lo que se le unta a la mantequilla.

El gobierno no ha hecho su tarea. Cuando Marcelito Ebrard (hasta condecorado en Honduras) se enorgullecía de sus gestiones como canciller y López Obrador no cabía de gusto al presumir que habían defendido la soberanía nacional frente al gobierno que encabezaba el Presidente Trump, el mandatario estadounidense no cabía de gusto y se burlaba por haber logrado con el fantasma de los aranceles “haber doblado a los mexicanos” al hacer que gratuitamente les pusiéramos a su disposición y sin costo 28,000 efectivos del ejército para taponear la frontera sur y no solo eso, sino admitir al mes un promedio de 30,000 migrantes expulsados del territorio estadounidense por su ingreso ilegal para que se quedaran en nuestro país simplemente nos puso el muro, solo que con nuestros propios soldados.

Claro que nos doblaron, aunque nuestros gobernantes, como siempre, con su doble moral, con su doble discurso decían lo contrario, y claro, para la masa, la bola de no pensantes, eso significó un triunfo, un acto heroico de Andrés Manuel y de Marcelito. Vaya bufonada.

Desgraciadamente, quienes están pagando las cuentas son los miles de migrantes que a diario cruzan la frontera sur de nuestro país para dirigirse al norte, como lo hacían los gambusinos del siglo XIX en el oeste norteamericano que pasaban penurias de todo tipo mientras andaban en busca del oro; por su parte el otro lado de la moneda son los mexicanos que residen en el sureste que son víctimas infortunadas de las malas artes de muchos de esos migrantes que bajo el amparo de su aglutinamiento en las caravanas cometen latrocinios y violan nuestras leyes.

En el marco de este terrible problema, los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos han incluido la creación de centros para gestionar las solicitudes de migrantes de Guatemala y Colombia, con métodos que permitan acceder a algunas vías legales de migración como obtener el status de refugiado, programas de reunificación familiar y permisos laborales y España y Canadá se han unido al programa para recibir legalmente a personas que sen enviadas desde dichas instalaciones pero es una gota de agua en el desierto ya que nosotros permanecemos punto menos que indiferentes.

El Gobierno de México, anda ocupado en las campañas electorales y tratar de mantener al grupo en el poder y lograr la transexenalidad. Qué diablos le importan los migrantes. Hay una carencia absoluta del más elemental decoro y dignidad.

El fenómeno de la migración es complejo y por supuso no es exclusivo en estas latitudes. España, Italia y Francia han sufrido en carne propia esa invasión, pero han actuado, a veces un tanto rigoristamente pro han actuado y les ha dado resultados porque se ha desincentivado el éxodo, aunque muchos africanos y del sudeste de Europa mejor se han venido a México porque desde aquí es más fácil colarse y porque las políticas “humanistas” del gobierno Mexicano les permiten hacerlo y abusar de su derecho. Si aquí a los terroristas, delincuentes y abusadores se les reparten abrazos…

La responsabilidad es compartida entre países expulsores y receptores. El Gobierno Mexicano no lo entiende así, a esta administración lo que le importa es ganar las elecciones al precio que sea y no le importa el dolor humano. ¿Humanismo? ¡Que va! Eso es no tener vergüenza.


En el mes de Marzo de 2023, según informó The San Diego Union Tribune, Estados Unidos había acogido 72,500 migrantes con visados humanitarios entregados entre otros a 7,500 nicaragüenses, 18,000 haitianos, 32,000 venezolanos y 15,000 cubanos, cumpliendo por su parte con el derecho internacional humanitario.

No obstante ello, el éxodo de latinoamericanos, africanos, gente de Europa del Este e incluso asiáticos buscando llegar a territorio estadounidense es continuo y lamentablemente México ha sido elegido como paso obligado para su traslado generando un problema doble, pues los migrantes requieren de ayuda y asistencia social especial por las lamentables condiciones con las que abandonaron sus países y se trasladan por el nuestro, y los nuestros que sufren esa suerte de invasión en sus territorios lo mismo en Chiapas, Veracruz y Tabasco, que en Tamaulipas, Sonora y Baja California han sido abandonados por el Gobierno Mexicano, dejados por completo a su suerte, más ocupado con su trenecito y su refinería que sirve para lo que se le unta a la mantequilla.

El gobierno no ha hecho su tarea. Cuando Marcelito Ebrard (hasta condecorado en Honduras) se enorgullecía de sus gestiones como canciller y López Obrador no cabía de gusto al presumir que habían defendido la soberanía nacional frente al gobierno que encabezaba el Presidente Trump, el mandatario estadounidense no cabía de gusto y se burlaba por haber logrado con el fantasma de los aranceles “haber doblado a los mexicanos” al hacer que gratuitamente les pusiéramos a su disposición y sin costo 28,000 efectivos del ejército para taponear la frontera sur y no solo eso, sino admitir al mes un promedio de 30,000 migrantes expulsados del territorio estadounidense por su ingreso ilegal para que se quedaran en nuestro país simplemente nos puso el muro, solo que con nuestros propios soldados.

Claro que nos doblaron, aunque nuestros gobernantes, como siempre, con su doble moral, con su doble discurso decían lo contrario, y claro, para la masa, la bola de no pensantes, eso significó un triunfo, un acto heroico de Andrés Manuel y de Marcelito. Vaya bufonada.

Desgraciadamente, quienes están pagando las cuentas son los miles de migrantes que a diario cruzan la frontera sur de nuestro país para dirigirse al norte, como lo hacían los gambusinos del siglo XIX en el oeste norteamericano que pasaban penurias de todo tipo mientras andaban en busca del oro; por su parte el otro lado de la moneda son los mexicanos que residen en el sureste que son víctimas infortunadas de las malas artes de muchos de esos migrantes que bajo el amparo de su aglutinamiento en las caravanas cometen latrocinios y violan nuestras leyes.

En el marco de este terrible problema, los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos han incluido la creación de centros para gestionar las solicitudes de migrantes de Guatemala y Colombia, con métodos que permitan acceder a algunas vías legales de migración como obtener el status de refugiado, programas de reunificación familiar y permisos laborales y España y Canadá se han unido al programa para recibir legalmente a personas que sen enviadas desde dichas instalaciones pero es una gota de agua en el desierto ya que nosotros permanecemos punto menos que indiferentes.

El Gobierno de México, anda ocupado en las campañas electorales y tratar de mantener al grupo en el poder y lograr la transexenalidad. Qué diablos le importan los migrantes. Hay una carencia absoluta del más elemental decoro y dignidad.

El fenómeno de la migración es complejo y por supuso no es exclusivo en estas latitudes. España, Italia y Francia han sufrido en carne propia esa invasión, pero han actuado, a veces un tanto rigoristamente pro han actuado y les ha dado resultados porque se ha desincentivado el éxodo, aunque muchos africanos y del sudeste de Europa mejor se han venido a México porque desde aquí es más fácil colarse y porque las políticas “humanistas” del gobierno Mexicano les permiten hacerlo y abusar de su derecho. Si aquí a los terroristas, delincuentes y abusadores se les reparten abrazos…

La responsabilidad es compartida entre países expulsores y receptores. El Gobierno Mexicano no lo entiende así, a esta administración lo que le importa es ganar las elecciones al precio que sea y no le importa el dolor humano. ¿Humanismo? ¡Que va! Eso es no tener vergüenza.