/ lunes 26 de agosto de 2024

La Diarquía Mexicana

Es inconcebible la realidad de este pueblo de que la administración Federal que esta a punto de iniciarse el primero de octubre del año en curso, este ejercida por dos presidentes, esto es una presidenta de derecho y un presidente de facto, lo cual es innegable por lo expresado por la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo quien ostenta el grado profesional de doctora y demás posgrados e idiomas, de una autentica sumisión al aun presidente Andrés Manuel López Obrador al que ha demostrado no tan solo un exceso de gratitud, sino que más allá de ese acto de nobleza, ha incurrido en un deleznable acto de sumisión al permitirle hasta el momento la propuesta de personas a desempeñar cargos públicos de una muy relevante importancia y responsabilidad en el ejercicio del poder público entre otros como es la secretaria de gobernación Rosa Icela Rodríguez Velázquez y a otro personaje de la más alta inmoralidad como lo es el ex ministro Arturo Fernando Zaldívar Lelo de Larrea quien ha demostrado más allá de ser un incondicional de López Obrador ha sido un cómplice de la corrupción y la inmoralidad en el ejercicio de la presidencia de la Corte, induciendo y manipulando asuntos de su encargo mediante el sometimiento de magistrados y jueces en su tiempo de presidente de la Corte.

Es inconcebible que una académica de la más alta calidad profesional como es reconocida la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, que al momento de asumir el cargo que con toda la descalificación que ha circulado por todos los medios y donde el presidente junto con ella hizo una campaña electoral hasta obtener el triunfo, al parecer con una mayoría desbordada y humillante para su contrincante. Tal idea me surge ante el control férreo evidente que ejerce el presidente actual sobre la Legislatura y que igualmente la próxima ya electa, producto de la conducción y manipulación del proceso electoral por parte del presidente, aunque tenga la desvergüenza de negarlo y lo peor que senadores y diputados se han tan descastados, carentes de todo honor y dignidad, al someter su voluntad a los intereses de una persona y traicionando juntos a la patria y a ese pueblo sabio que tanto se invoca.

Quisiera estar equivocado y confiar en el carácter y origen de la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, quien me inspiró una gran capacidad en su talento, congruencia, dignidad y honor, cuando mencionó los seis primeros nombres de quienes integrarían su gabinete, que por su reconocida fama, capacidad y prestigio académico, profesional, talento y desempeño en el servicio público, son personas a mi juicio, que por esos atributos mencionados no serán de esos funcionarios que tanto se han dado por muchas décadas en los gobiernos tanto federal, estatal como municipal, de simples marionetas que cuando su jefe les pregunta la hora, no es otra mas que la que su jefe diga, y que no se puede decir algo diferente con los personajes propuestos por López Obrador que se resiste a aceptar que su poder esta agotado y que ya es el turno de la presidenta electa. Por lo que es ineludible sostener esa idea de la diarquía que gobernará este país en la próxima administración pública.

Es menester ante los hechos que están aconteciendo en el Congreso de la Unión, donde se están dictaminando por la actual Legislatura, las iniciativas dolosas enviadas por el presidente y que se pretende ilegalmente que la Legislatura que entrará en funciones a partir del primero de septiembre próximo, las apruebe cuando por reglamento los dictámenes que se procesan en la Legislatura, deben de ser resueltos por la misma y no otra, que de ser así, unos y otros diputados y senadores pasarán a la historia como los peores detractores a los intereses de la nación como es entre otros, el someter de ser así al poder judicial y al ejecutivo, que lo ya derrochado de una forma desbordante por la actual administración, con los dictámenes ya emitidos que dejan insubsistente las instituciones creadas con mucho esfuerzo para controlar el ejercicio del poder, hoy se han extinguido y fortalecido tal destrucción con esa ley de amnistía, por demás incongruente, deshonesta, innecesaria, ilógica y a modo para encubrir toda deshonestidad que agravie a la Patria.

Es hora que toda la sociedad nos apliquemos en contener la traición de senadores de la República, diputados federales y locales, que estos últimos por mandamiento constitucional, una vez que han sido beneficiarios del voto popular, cumplan cabalmente con su alta encomienda y se abstengan de cometer una traición más a la patria y al pueblo sabio al que se deben. Nuestras familias, hijos y nietos de hoy y mañana nos demandan una urgente actuación para contener este estado de cosas de inmediato.


MTRO. LUIS OCTAVIO COTERO BERNAL.

locb15@hotmail.com

Es inconcebible la realidad de este pueblo de que la administración Federal que esta a punto de iniciarse el primero de octubre del año en curso, este ejercida por dos presidentes, esto es una presidenta de derecho y un presidente de facto, lo cual es innegable por lo expresado por la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo quien ostenta el grado profesional de doctora y demás posgrados e idiomas, de una autentica sumisión al aun presidente Andrés Manuel López Obrador al que ha demostrado no tan solo un exceso de gratitud, sino que más allá de ese acto de nobleza, ha incurrido en un deleznable acto de sumisión al permitirle hasta el momento la propuesta de personas a desempeñar cargos públicos de una muy relevante importancia y responsabilidad en el ejercicio del poder público entre otros como es la secretaria de gobernación Rosa Icela Rodríguez Velázquez y a otro personaje de la más alta inmoralidad como lo es el ex ministro Arturo Fernando Zaldívar Lelo de Larrea quien ha demostrado más allá de ser un incondicional de López Obrador ha sido un cómplice de la corrupción y la inmoralidad en el ejercicio de la presidencia de la Corte, induciendo y manipulando asuntos de su encargo mediante el sometimiento de magistrados y jueces en su tiempo de presidente de la Corte.

Es inconcebible que una académica de la más alta calidad profesional como es reconocida la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, que al momento de asumir el cargo que con toda la descalificación que ha circulado por todos los medios y donde el presidente junto con ella hizo una campaña electoral hasta obtener el triunfo, al parecer con una mayoría desbordada y humillante para su contrincante. Tal idea me surge ante el control férreo evidente que ejerce el presidente actual sobre la Legislatura y que igualmente la próxima ya electa, producto de la conducción y manipulación del proceso electoral por parte del presidente, aunque tenga la desvergüenza de negarlo y lo peor que senadores y diputados se han tan descastados, carentes de todo honor y dignidad, al someter su voluntad a los intereses de una persona y traicionando juntos a la patria y a ese pueblo sabio que tanto se invoca.

Quisiera estar equivocado y confiar en el carácter y origen de la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, quien me inspiró una gran capacidad en su talento, congruencia, dignidad y honor, cuando mencionó los seis primeros nombres de quienes integrarían su gabinete, que por su reconocida fama, capacidad y prestigio académico, profesional, talento y desempeño en el servicio público, son personas a mi juicio, que por esos atributos mencionados no serán de esos funcionarios que tanto se han dado por muchas décadas en los gobiernos tanto federal, estatal como municipal, de simples marionetas que cuando su jefe les pregunta la hora, no es otra mas que la que su jefe diga, y que no se puede decir algo diferente con los personajes propuestos por López Obrador que se resiste a aceptar que su poder esta agotado y que ya es el turno de la presidenta electa. Por lo que es ineludible sostener esa idea de la diarquía que gobernará este país en la próxima administración pública.

Es menester ante los hechos que están aconteciendo en el Congreso de la Unión, donde se están dictaminando por la actual Legislatura, las iniciativas dolosas enviadas por el presidente y que se pretende ilegalmente que la Legislatura que entrará en funciones a partir del primero de septiembre próximo, las apruebe cuando por reglamento los dictámenes que se procesan en la Legislatura, deben de ser resueltos por la misma y no otra, que de ser así, unos y otros diputados y senadores pasarán a la historia como los peores detractores a los intereses de la nación como es entre otros, el someter de ser así al poder judicial y al ejecutivo, que lo ya derrochado de una forma desbordante por la actual administración, con los dictámenes ya emitidos que dejan insubsistente las instituciones creadas con mucho esfuerzo para controlar el ejercicio del poder, hoy se han extinguido y fortalecido tal destrucción con esa ley de amnistía, por demás incongruente, deshonesta, innecesaria, ilógica y a modo para encubrir toda deshonestidad que agravie a la Patria.

Es hora que toda la sociedad nos apliquemos en contener la traición de senadores de la República, diputados federales y locales, que estos últimos por mandamiento constitucional, una vez que han sido beneficiarios del voto popular, cumplan cabalmente con su alta encomienda y se abstengan de cometer una traición más a la patria y al pueblo sabio al que se deben. Nuestras familias, hijos y nietos de hoy y mañana nos demandan una urgente actuación para contener este estado de cosas de inmediato.


MTRO. LUIS OCTAVIO COTERO BERNAL.

locb15@hotmail.com