Las ciudades del mundo, y nuestra metrópoli, deben ser integrales respecto a su movilidad. En mi columna de hoy, abordo el tema de como las calles deben ser más sostenibles con el fin de obtener "calles completas" en beneficio para la accesibilidad de sus habitantes.
La movilidad urbana se ha convertido en un desafío para muchas ciudades latinoamericanas; estas urbes optaron por un modelo de planificación que gira en torno al automóvil, aislando los servicios y el comercio de las comunidades. Como resultado, las ciudades se convirtieron en barreras inaccesibles que dificultan la vida cotidiana. De acuerdo con Ana Olivera, profesora de Geografía Humana en la Universidad Autónoma de Madrid, menciona que la accesibilidad, tanto en el espacio público, como en el privado, debería ser integral, garantizando no solo el acceso, sino también la circulación, la orientación, la seguridad y sobretodo, la funcionalidad.
Es por ello que, desde hace más de una década, las políticas públicas impulsadas principalmente por organizaciones sociales se han centrado en responder la pregunta ¿cómo nos movemos en la ciudad? o, mejor dicho ¿cómo NO movernos en la ciudad? El eje principal de la accesibilidad en el espacio público engloba calles y parques, con conectividad hacia lugares de trabajo, escuelas, áreas de esparcimiento y la posibilidad de acceder a servicios y comercios. Las calles, entonces, desempeñan un papel estratégico en la sociedad, ya que, según su diseño, sirven a los habitantes de diversas maneras.
Es en este contexto, las calles tienen potencial para una renovación hacia sistemas más sostenibles, a través de proyectos de "calles completas", implicando una reorganización que incluya aceras amplias, áreas verdes, iluminación adecuada, mobiliario urbano, accesibilidad universal y espacio para el transporte público, además de carriles para bicicleta.
Entonces ¿Hacia dónde nos movemos? La ciudad necesita que espacios como parques públicos, mercados, bibliotecas y plazas se conviertan en lugares activos, que ofrezcan experiencias de calidad, y que, sobretodo, puedan ser caminables y accesibles para todas y todos; la separación de la vivienda de comercios y servicios, ha llevado a que las personas recorran largas distancias en busca de productos de calidad, es por ello que al día de hoy,
se busca orientar las políticas a la mezcla de usos de suelo para permitir el desarrollo de espacios con comercios y servicios en las plantas bajas y vivienda en las plantas superiores. Esto promovería la revitalización urbana y establecería una red de espacios públicos accesibles y de calidad, seguros y funcionales para los habitantes.
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