/ martes 3 de diciembre de 2024

La Basura en Guadalajara

El artículo 115 constitucional en su fracción C, otorga facultades a los municipios de la República Mexicana a la limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos.

El municipio de Guadalajara tiene la obligación constitucional de mantener limpia la ciudad y no se necesitan mentiras, pretextos ni justificaciones para no ejecutar sus facultades constitucionales.

En estos días los habitantes de la ciudad ante la nueva administración municipal seguimos con las montañas de basura en las calles, al cruzar una avenida, una calle por la esquina, el ciudadano tiene que rodear los cerros de basura la que contamina el medio ambiente y provoca enfermedades a los seres humanos, además la ciudad se encuentra en un basurero urbano, en cada esquina de las calles nos encontramos con tiraderos de muebles, colchones, aparatos electrónicos y utensilios inservibles, a esto le agregamos que los pepenadores urbanos que caminan de madrugada por las calles de la ciudad en busca de alimentos o basura reciclable como son las botellas de vidrio, plásticos, cartón, periódico, latas de refrescos dejan su tiradero cuando abren las bolsas, lo que incrementa el foco de infección a la ciudadanía.

Anteriormente en los gobiernos municipales de Guadalajara los trabajadores de la recolección de basura de la ciudad, formaban parte de la nómina municipal, eran considerados en la materia burocrática como servidores públicos, los camiones recolectores eran parte del patrimonio municipal, pero esto quedo en historia del municipio; en épocas pasadas no había día que no pasará el camión recolector con los trabajadores al servicio del municipio, que de manera amable le recogían la basura a los habitantes de la ciudad, a tal grado de convivencia que se hablaban por su nombre los citadinos y los trabajadores de la recolección de basura, los tiraderos de basura tenían espacios de vertederos, ante los estudios geológicos para no contaminar los mantos friáticos de las tierras tapatías.

Guadalajara tenía su tratamiento de basura en el periférico por el camino de Los Belenes, la ciudad creció, así como la zona metropolitana alejando la distancia de los tiraderos de basura, los pepenadores cubrían su trabajo y se organizaban para seleccionar lo que era basura y lo que era reciclable, entre el negocio y la basura la armonía social se mantenía entre los trabajadores y los ciudadanos.

A unos días que terminen los contratos entre la empresa Caabsa y el municipio de Guadalajara, los cerros de basura en las esquinas los encontramos todos los días, por lo que los pretextos, las mentiras y las justificaciones son muchas para que el municipio no cumpla con su obligación constitucional, como dice el apartado C, del artículo 115 constitucional.

Si las empresas y los camiones recolectores de las nuevas compañías de basura, no satisfacen las necesidades del gobierno municipal, la ciudadanía y sus habitantes no deben de ser afectados ante estos cerros de desperdicios urbanos, que por negligencia el municipio no actúa en beneficio de la salud de los ciudadanos.

Guadalajara debe de recuperar aquella denominación de origen conocida como: “Guadalajara, ciudad limpia”.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara, Miembro de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.

antonio_dejesus@hotmail.com

El artículo 115 constitucional en su fracción C, otorga facultades a los municipios de la República Mexicana a la limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos.

El municipio de Guadalajara tiene la obligación constitucional de mantener limpia la ciudad y no se necesitan mentiras, pretextos ni justificaciones para no ejecutar sus facultades constitucionales.

En estos días los habitantes de la ciudad ante la nueva administración municipal seguimos con las montañas de basura en las calles, al cruzar una avenida, una calle por la esquina, el ciudadano tiene que rodear los cerros de basura la que contamina el medio ambiente y provoca enfermedades a los seres humanos, además la ciudad se encuentra en un basurero urbano, en cada esquina de las calles nos encontramos con tiraderos de muebles, colchones, aparatos electrónicos y utensilios inservibles, a esto le agregamos que los pepenadores urbanos que caminan de madrugada por las calles de la ciudad en busca de alimentos o basura reciclable como son las botellas de vidrio, plásticos, cartón, periódico, latas de refrescos dejan su tiradero cuando abren las bolsas, lo que incrementa el foco de infección a la ciudadanía.

Anteriormente en los gobiernos municipales de Guadalajara los trabajadores de la recolección de basura de la ciudad, formaban parte de la nómina municipal, eran considerados en la materia burocrática como servidores públicos, los camiones recolectores eran parte del patrimonio municipal, pero esto quedo en historia del municipio; en épocas pasadas no había día que no pasará el camión recolector con los trabajadores al servicio del municipio, que de manera amable le recogían la basura a los habitantes de la ciudad, a tal grado de convivencia que se hablaban por su nombre los citadinos y los trabajadores de la recolección de basura, los tiraderos de basura tenían espacios de vertederos, ante los estudios geológicos para no contaminar los mantos friáticos de las tierras tapatías.

Guadalajara tenía su tratamiento de basura en el periférico por el camino de Los Belenes, la ciudad creció, así como la zona metropolitana alejando la distancia de los tiraderos de basura, los pepenadores cubrían su trabajo y se organizaban para seleccionar lo que era basura y lo que era reciclable, entre el negocio y la basura la armonía social se mantenía entre los trabajadores y los ciudadanos.

A unos días que terminen los contratos entre la empresa Caabsa y el municipio de Guadalajara, los cerros de basura en las esquinas los encontramos todos los días, por lo que los pretextos, las mentiras y las justificaciones son muchas para que el municipio no cumpla con su obligación constitucional, como dice el apartado C, del artículo 115 constitucional.

Si las empresas y los camiones recolectores de las nuevas compañías de basura, no satisfacen las necesidades del gobierno municipal, la ciudadanía y sus habitantes no deben de ser afectados ante estos cerros de desperdicios urbanos, que por negligencia el municipio no actúa en beneficio de la salud de los ciudadanos.

Guadalajara debe de recuperar aquella denominación de origen conocida como: “Guadalajara, ciudad limpia”.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara, Miembro de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.

antonio_dejesus@hotmail.com