/ lunes 3 de junio de 2024

Es el tiempo de las mujeres


La jornada electoral dejó las cosas claras. Por si quedaban dudas, ya sabemos quienes son los verdaderos ganadores: Los ciudadanos.

A pesar de que el 12.41% de los más de 170,000 centros de votación experimentaron retrasos de hasta 4 horas; a pesar de las largas filas de votantes que se formaron en torno a los lugares donde se ubicaron las casillas; a pesar del clima extremo, en algunos lugares superando los 42 grados centígrados a la sombra e incluso en Yucatán que llegaron a una sensación térmica de 54 grados centígrados y ni así se desanimó la ciudadanía.

Las imágenes que pudimos ver por la televisión y en las redes sociales, captadas en las afueras de nuestros Consulados en Madrid, en Canadá y Estados Unidos, fueron emocionantes: largas filas de ciudadanos formados para poder votar. Eso es tener conciencia cívica y ganas de usar ese instrumento legal de manifestar la voluntad soberana de decidir.

Enorme lección de responsabilidad ciudadana. Personas con su sombrilla, abanicos, en sillas de descanso, con andaderas, matrimonios jóvenes que llevaban a sus pequeños en la carriola acompañándolos a esta verdadera fiesta de la democracia, me llenaron el corazón de alegría y de esperanza.

Los resultados de la de la elección de Presidente de la República, 8 Gobernadores, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, 138 senadores y 500 diputados, mas las legislaturas, ayuntamientos, y sindicaturas, hasta totalizar 20,708 cargos de elección popular, pasan a un segundo término.

Y no es que carezca de relevancia o importancia y mucho menos de trascendencia el resultado de las elecciones, el que deberá ser confirmado oficialmente en unos días por la autoridad electoral; claro que importa porque se ha fijado el destino de México, pero esta elección ha sido en la que particularmente más intervención ha tenido la ciudadanía.

Claro que existieron prietitos en el arroz; la cancelación de 222 mesas de votación en Chiapas y Michoacán debido a la inseguridad, los problemas técnicos que enfrentaron los miles de mexicanos que radican en Canadá, Madrid, en Houston, en San Francisco para poder votar, y los millones que quedaron sin poder hacerlo en las casillas especiales que se habilitaron para quienes no se encontraban en el momento de la elección en su lugar habitual de residencia por la insuficiencia de boletas, problemas que seguramente en elecciones venideras deberán de acabarse pero que no empañaron esta jornada electoral histórica.

Hay que reconocer el trabajo desinteresado de un millón quinientos mil ciudadanos que fungieron como funcionarios de casilla, que pusieron su mejor esfuerzo para que la jornada electoral fuera ejemplar y hay que reprobar también la irresponsabilidad de los dirigentes de los partidos políticos que a partir de sus propias encuestas de salida se autoproclamaron ganadores de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México así como de 7 Gubernaturas Estatales, mucho antes de que se dieran a conocer resultados extraoficiales por el INE, eso es actuar con total irresponsabilidad.

Pese a eso, los verdaderos ganadores de estas elecciones fuimos los ciudadanos mexicanos que demostramos lo que es tener conciencia cívica, tener responsabilidad democrática, y lo mejor de todo es algo profundamente significativo en la historia de nuestro País y que sin duda marcará un Hito: Tendremos una Presidenta de la República, una Gobernadora del Banco de México, una Presidenta del INE, y una Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Es el tiempo de las mujeres. Enhorabuena por ellas y por todos nosotros.

Nuestro siguiente trabajo ciudadano será dedicarnos a la tarea de reconstruir el país, restaurar la unidad y buscar la paz trabajando juntos.


La jornada electoral dejó las cosas claras. Por si quedaban dudas, ya sabemos quienes son los verdaderos ganadores: Los ciudadanos.

A pesar de que el 12.41% de los más de 170,000 centros de votación experimentaron retrasos de hasta 4 horas; a pesar de las largas filas de votantes que se formaron en torno a los lugares donde se ubicaron las casillas; a pesar del clima extremo, en algunos lugares superando los 42 grados centígrados a la sombra e incluso en Yucatán que llegaron a una sensación térmica de 54 grados centígrados y ni así se desanimó la ciudadanía.

Las imágenes que pudimos ver por la televisión y en las redes sociales, captadas en las afueras de nuestros Consulados en Madrid, en Canadá y Estados Unidos, fueron emocionantes: largas filas de ciudadanos formados para poder votar. Eso es tener conciencia cívica y ganas de usar ese instrumento legal de manifestar la voluntad soberana de decidir.

Enorme lección de responsabilidad ciudadana. Personas con su sombrilla, abanicos, en sillas de descanso, con andaderas, matrimonios jóvenes que llevaban a sus pequeños en la carriola acompañándolos a esta verdadera fiesta de la democracia, me llenaron el corazón de alegría y de esperanza.

Los resultados de la de la elección de Presidente de la República, 8 Gobernadores, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, 138 senadores y 500 diputados, mas las legislaturas, ayuntamientos, y sindicaturas, hasta totalizar 20,708 cargos de elección popular, pasan a un segundo término.

Y no es que carezca de relevancia o importancia y mucho menos de trascendencia el resultado de las elecciones, el que deberá ser confirmado oficialmente en unos días por la autoridad electoral; claro que importa porque se ha fijado el destino de México, pero esta elección ha sido en la que particularmente más intervención ha tenido la ciudadanía.

Claro que existieron prietitos en el arroz; la cancelación de 222 mesas de votación en Chiapas y Michoacán debido a la inseguridad, los problemas técnicos que enfrentaron los miles de mexicanos que radican en Canadá, Madrid, en Houston, en San Francisco para poder votar, y los millones que quedaron sin poder hacerlo en las casillas especiales que se habilitaron para quienes no se encontraban en el momento de la elección en su lugar habitual de residencia por la insuficiencia de boletas, problemas que seguramente en elecciones venideras deberán de acabarse pero que no empañaron esta jornada electoral histórica.

Hay que reconocer el trabajo desinteresado de un millón quinientos mil ciudadanos que fungieron como funcionarios de casilla, que pusieron su mejor esfuerzo para que la jornada electoral fuera ejemplar y hay que reprobar también la irresponsabilidad de los dirigentes de los partidos políticos que a partir de sus propias encuestas de salida se autoproclamaron ganadores de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México así como de 7 Gubernaturas Estatales, mucho antes de que se dieran a conocer resultados extraoficiales por el INE, eso es actuar con total irresponsabilidad.

Pese a eso, los verdaderos ganadores de estas elecciones fuimos los ciudadanos mexicanos que demostramos lo que es tener conciencia cívica, tener responsabilidad democrática, y lo mejor de todo es algo profundamente significativo en la historia de nuestro País y que sin duda marcará un Hito: Tendremos una Presidenta de la República, una Gobernadora del Banco de México, una Presidenta del INE, y una Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Es el tiempo de las mujeres. Enhorabuena por ellas y por todos nosotros.

Nuestro siguiente trabajo ciudadano será dedicarnos a la tarea de reconstruir el país, restaurar la unidad y buscar la paz trabajando juntos.