POR ARMANDO MAYA CASTRO
Los clérigos católicos siguen rechazando públicamente el Halloween, una celebración de origen celta que ha venido ganando terreno sobre la fiesta católica en honor de los muertos. En su lucha contra esta festividad, el obispo de la diócesis de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, señaló que dichas fiestas “son paganismos, idolatrías, supersticiones y herejías” (El Heraldo de Chihuahua, 16/20/2017).
Las declaraciones de éste y otros jerarcas del catolicismo están en sintonía con las palabras de Joseph Ratzinger, hoy papa emérito, quien afirmó hace algún tiempo que Halloween "empuja a las nuevas generaciones hacia una mentalidad de magia esotérica y supone un ataque a los valores espirituales".
Esto último lo recordó recientemente el sacerdote Pawel Rytel-Andrianik, portavoz de la Conferencia Episcopal de Polonia, quien pidió -según nota de EFE- evitar la celebración del Halloween, "una costumbre pagana, ajena a nuestra cultura y tradición que promueve la cultura de la muerte", señaló.
Sobre la celebración que la Iglesia católica califica como pagana, Juan G. Bedoya de El País de España señala: “En realidad, Hall Hallows Eve no significa otra cosa que la Víspera de todos los Santos, una fiesta civil de las de guardar, de misa obligada si se es católico”.
“La discusión sobre si se debe o no celebrar el Halloween es muy vieja en nuestro país. Muchos tradicionalistas lo consideran una fiesta extranjera que, por lo tanto, debe ser rechazada para privilegiar el Día de Muertos”, escribió Sergio Sarmiento este primero de noviembre en su leída columna Jaque Mate, la cual se publica en más de 20 diarios mexicanos, entre ellos Reforma.
Y ya que menciono a Sarmiento, me parece oportuno dar a conocer su respuesta a la pregunta que él mismo se formula en el sentido de si el Día de Muertos es realmente mexicano.
“El Día de todos los Santos, del 1ro de noviembre, y el Día de los Fieles Difuntos, del 2 de noviembre, tienen un origen cristiano [católico] y llegan a México a través de España. En México, es cierto, se mezclaron con algunas tradiciones locales, pero en el fondo fueron importados por los conquistadores españoles.”
¡Qué bueno que lo dice un periodista y escritor de la talla de Sergio Sarmiento!, porque en México abundan las personas y grupos que insisten en que las dos celebraciones católicas recién celebradas son de origen mexicano, y que ninguna de ellas tiene relación con el catolicismo.
En lo personal he sido tildado de no saber de historia porque insisto en que ambas celebraciones -por contener elementos católicos- deben quedar fuera de las escuelas públicas, espacios en los que se debe impartir educación laica, que es “aquella que se mantiene por completo ajena a cualquier doctrina religiosa y que se basa en los resultados del progreso científico, lucha contra la ignorancia y sus efectos como las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios” (Pérez, 2012).
Este viernes 3 de noviembre, los periodistas de la Sección Cultura de El Universal nos recordaron lo que aseveraba en vida la historiadora Elsa Malvido, quien por más de cuatro décadas trabajó en la dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde realizó investigaciones sobre diversos temas, incluida la muerte. Aquí lo que sostenía Malvido:
“Que las costumbres de Día de Muertos tenían su origen en la Europa medieval y eran católicas y profundamente jesuitas, incluso de raigambre romana. Vaya, que las ofrendas, por ejemplo, no tenían nada, pero nada de nada de tradición indígena".
A pesar de los testimonios de Sarmiento, Malvido y muchos otros autores, seguirá habiendo personas que justifiquen los altares dentro de las escuelas públicas, restándole importancia al artículo tercero constitucional, el cual establece que la educación que imparta el Estado mexicano “será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa”.
Twitter: @armayacastro