/ viernes 25 de octubre de 2024

Come más lentejas, vive mejor cada día

Por Mtra. Monserrat Rodríguez León, directora de la carrera de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Autónoma de Guadalajara

El ser frecuente consumidor de las lentejas tiene efecto benéfico en los procesos inflamatorios del cuerpo, pues sus propiedades ayudan a reducirlos, además de que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, y gracias a estas características se considera como un superalimento que tiene gran potencial para el cuidado y el bienestar de la salud de quienes las consumen; adoptar su consumo de manera regular puede transformar la salud aportando muchos beneficios.

Si hablamos de los macronutrimentos que contienen, podemos encontrar que son una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales. De hecho, pueden llegar a sustituir a los alimentos de origen animal, pues aportan cantidades considerables de proteínas, entonces resulta ser una excelente alternativa para quienes llevan una dieta vegetariana o quienes por alguna indicación de salud requieren reducir el consumo de productos cárnicos.

Al ser ricas en hierro, resultan ser adecuadas para los niños y mujeres en edad reproductiva, principalmente embarazadas, que son población que está en riesgo de presentar anemia por deficiencia de este mineral. También contienen otros micronutrimentos como el Zinc, el Selenio, el Magnesio y vitaminas del complejo B, que ayudan a regular el sistema inmunológico y mantenerlo en óptimas condiciones para reaccionar de mejor manera ante las infecciones.

Otra de sus aplicaciones es para prevenir las enfermedades del corazón y la diabetes, pues reducen la inflamación crónica que acompaña a estas patologías. Su alto contenido en antioxidantes disminuye la actividad inflamatoria de nuestro cuerpo.

Además de las propiedades ya descritas, podemos encontrar que su digestión ocurre lentamente, lo que da mayor sensación de saciedad y regulación en los niveles de glucosa de la sangre, por lo que es un excelente alimento para las personas con diabetes.

En cuanto a la salud digestiva, por su alto aporte de fibra, favorece a un mejor tránsito intestinal y con ello se evitan problemas como el estreñimiento. Además, actúan como prebióticos, contribuyendo a un equilibrio de bacterias en el intestino. Es cierto que, al igual que otras leguminosas, las lentejas tienen carbohidratos que pueden causar gases y distensión abdominal en algunas personas, pero este efecto suele disminuirse si una noche antes de su preparación, se dejan remojando en un recipiente con agua o al menos ponerlas en agua hirviendo durante 3 minutos, retirarlas del fuego y dejar en remojo por 2 horas. Este método ayudará a que se cocinen mucho más rápido y tengan un mejor sabor.

Las lentejas pueden ser parte de preparaciones como ensaladas o platos fuertes y comerlas junto con alimentos ricos en vitamina C ayuda a mejorar la absorción del hierro que contienen, así que la próxima vez que comas lentejas no olvides acompañarlas de un postre rico en vitamina C como fresas, kiwi o naranjas.

Además, se recomienda combinarlas con cereales como tortilla, avena o amaranto.

Al ser un alimento con tantas bondades son perfectas para mantener el equilibrio de la dieta y garantizar el consumo de muchas vitaminas, minerales, proteínas y carbohidratos.

En conclusión, las lentejas no son solo un alimento accesible y muy versátil que puede combinarse con muchos alimentos, sino que ofrecen una gran cantidad de beneficios para nuestra salud. Desde mejorar la digestión hasta regular los niveles de glucosa en la sangre y fortalecer nuestras defensas, las lentejas son una excelente opción para el consumo diario. Así que incluirlas en nuestra dieta de manera regular mejorará nuestra salud de manera considerable.

Directora de la carrera de Nutrición de la UAG

smonserrat.rodriguez@edu.uag.mx

http://uag.mx/

Por Mtra. Monserrat Rodríguez León, directora de la carrera de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Autónoma de Guadalajara

El ser frecuente consumidor de las lentejas tiene efecto benéfico en los procesos inflamatorios del cuerpo, pues sus propiedades ayudan a reducirlos, además de que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, y gracias a estas características se considera como un superalimento que tiene gran potencial para el cuidado y el bienestar de la salud de quienes las consumen; adoptar su consumo de manera regular puede transformar la salud aportando muchos beneficios.

Si hablamos de los macronutrimentos que contienen, podemos encontrar que son una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales. De hecho, pueden llegar a sustituir a los alimentos de origen animal, pues aportan cantidades considerables de proteínas, entonces resulta ser una excelente alternativa para quienes llevan una dieta vegetariana o quienes por alguna indicación de salud requieren reducir el consumo de productos cárnicos.

Al ser ricas en hierro, resultan ser adecuadas para los niños y mujeres en edad reproductiva, principalmente embarazadas, que son población que está en riesgo de presentar anemia por deficiencia de este mineral. También contienen otros micronutrimentos como el Zinc, el Selenio, el Magnesio y vitaminas del complejo B, que ayudan a regular el sistema inmunológico y mantenerlo en óptimas condiciones para reaccionar de mejor manera ante las infecciones.

Otra de sus aplicaciones es para prevenir las enfermedades del corazón y la diabetes, pues reducen la inflamación crónica que acompaña a estas patologías. Su alto contenido en antioxidantes disminuye la actividad inflamatoria de nuestro cuerpo.

Además de las propiedades ya descritas, podemos encontrar que su digestión ocurre lentamente, lo que da mayor sensación de saciedad y regulación en los niveles de glucosa de la sangre, por lo que es un excelente alimento para las personas con diabetes.

En cuanto a la salud digestiva, por su alto aporte de fibra, favorece a un mejor tránsito intestinal y con ello se evitan problemas como el estreñimiento. Además, actúan como prebióticos, contribuyendo a un equilibrio de bacterias en el intestino. Es cierto que, al igual que otras leguminosas, las lentejas tienen carbohidratos que pueden causar gases y distensión abdominal en algunas personas, pero este efecto suele disminuirse si una noche antes de su preparación, se dejan remojando en un recipiente con agua o al menos ponerlas en agua hirviendo durante 3 minutos, retirarlas del fuego y dejar en remojo por 2 horas. Este método ayudará a que se cocinen mucho más rápido y tengan un mejor sabor.

Las lentejas pueden ser parte de preparaciones como ensaladas o platos fuertes y comerlas junto con alimentos ricos en vitamina C ayuda a mejorar la absorción del hierro que contienen, así que la próxima vez que comas lentejas no olvides acompañarlas de un postre rico en vitamina C como fresas, kiwi o naranjas.

Además, se recomienda combinarlas con cereales como tortilla, avena o amaranto.

Al ser un alimento con tantas bondades son perfectas para mantener el equilibrio de la dieta y garantizar el consumo de muchas vitaminas, minerales, proteínas y carbohidratos.

En conclusión, las lentejas no son solo un alimento accesible y muy versátil que puede combinarse con muchos alimentos, sino que ofrecen una gran cantidad de beneficios para nuestra salud. Desde mejorar la digestión hasta regular los niveles de glucosa en la sangre y fortalecer nuestras defensas, las lentejas son una excelente opción para el consumo diario. Así que incluirlas en nuestra dieta de manera regular mejorará nuestra salud de manera considerable.

Directora de la carrera de Nutrición de la UAG

smonserrat.rodriguez@edu.uag.mx

http://uag.mx/