/ viernes 12 de julio de 2024

Claudia y Andrés Manuel: ¿Lo mismo?


Muchos me han preguntado qué opino sobre la transición en el poder ejecutivo federal, y en mi lectura puedo hacer algunas observaciones que me permiten establecer que no serán lo mismo, y que la Dra. Sheinbaum sabe que ésta es su oportunidad de marcar un estilo propio que, aunque tenga que dar seguimiento a ciertos proyectos heredados de esta administración, no significan en ningún modo una línea a seguir con el mismo discurso y con el mismo fin.

Desde el principio, el 2 de junio, en el discurso de Claudia Sheinbaum mostró un discurso conciliador, de invitación y de compromiso a la construcción de un modelo dijo de transformación, más nunca dijo de la cuarta transformación. Un día después, la titular del Fondo Monetario Internacional llamó a la casa de transición para felicitarla por su triunfo y concedió todas las oportunidades para trabajar en conjunto y fortalecer las vías económicas con las que cuenta el país. Para ese entonces, el nerviosismo de los mercados y la inestabilidad del Dólar era de los principales focos de atención en los informativos. Mientras que el presidente hablaba en el púlpito mañanero de que la economía era sólida y fuerte y la comparó con lo que sucedió en pandemia, en un comentario totalmente fuera de contexto, Sheinbaum se disponía a nombrar a Marcelo Ebrard como Secretario de Economía en su gabinete, lo que paró en seco las especulaciones, así como estabilizó el dólar por debajo de los 19 pesos. Aunque el Presidente insistió en que, para octubre, el modelo de salud que heredará estará por encima del de Dinamarca, el designado como titular en la materia de la próxima administración, David Kershenobich, sonriendo, contestaba a los reporteros que le cuestionaban uál sería su modelo a aplicar, a lo cual sólo dijo que era el de atender y cuidar de los pacientes, a dar servicios de calidad y no, nunca a seguir el juego presidencial de algo que no sucederá.

A diferencia de los secretarios actuales, que no se les permite dar entrevistas banqueteras o convocar a conferencias de prensa, los recién designados por la presidenta electa se han desenvuelto con total libertad, incluso adelantando proyectos y líneas cuyos caminos no tienen nada que ver con una sospecha de continuidad. De hecho, el discurso y narrativa en lo que hasta el momento es, no lleva el slogan de la cuarta transformación.

Es cierto que hay herencias que se deben continuar, como el proyecto del tren Maya en la conclusión descarga, la terminación de las rutas de los trenes de pasajeros, el detonante para que funcione el AIFA y Dos Bocas, por ejemplo. sin embargo, no dará continuidad a las Mañaneras de forma diaria como actualmente se hace, ella dio a conocer que el ejercicio de comunicación sólo se hará martes y jueves y como hasta ahora, con la participación de medios reconocidos y de forma abierta y sin “lectura de pantalla en el celular” como se aprecia en ciertos asistentes a la llamada “Mañanera”.

No se puede hablar de un divorcio total, no de momento. Lo que percibo es que no es momento de dar manotazos al escritorio, porque la transición se ha llevado a cabo de manera tersa y sin sobresaltos, la lealtad de Claudia Sheinbaum al presidente se ha dejado ver en temas que hasta hoy llevan al mismo camino, pero no al mismo mensaje: las giras de los fines de semana acaparan la palabra a la presidenta electa, y mientras el presidente dice en la reforma al poder judicial que va por que va, Sheinbaum contesta que todas las voces serán escuchadas, y aunque MC diga que es una simulación, el contraste de las declaraciones admite si, otro lado de una moneda que está calra tiene su propio valor y que al tiempo tendrá cambios significativos, otro camino pues.

SI bien es cierto, algunos perfiles que se han escogido para tomar el control de las secretarias en la futura administración son de corte morenista a fin del presidente, es cierto también que han existido sorpresas que si han puesto distancia como por ejemplo el no considerar a Fernández Noroña en el primer equipo, lo que también advierte que no todo lo que sea 4T será de facto integrado al proyecto de nación. Hay que esperar las designaciones que se tomen para el interior del país, donde si veremos sorpresas respecto a lo que propuso López Obrador y la visión del sexenio que está por comenzar. Estamos escuchando en narrativas y discursos a una presidenta entrante con miras a una centro izquierda y no a una radical izquierda. Estilos propios que al menos han dado la concesión de una oportunidad en el sector empresarial e inversionista. Como todo, al Tiempo, pero no, no es lo mismo.