/ viernes 22 de febrero de 2019

Anatomía del adolescente mexicano

Makalakesh


Juventud divino y confundido tesoro, el sólo hecho de recordar tus años de adolescente hace que nos dé algo de pena. Recordamos nuestra forma de vestir, nuestras actitudes desafiantes en lugares conformistas, la batalla hormonal que sólo nos confunde más, el despertar sexual que muchas veces lleva a jóvenes a ser papás a muy temprana hora para así despedirse de una juventud con menos responsabilidades.

En el México de hoy, los adolescentes escogen el camino según su personalidad, algunos quieren ser fantasmas sociales, se encierran en su cuarto y pasan horas en la computadoras jugando videojuegos, sólo saliendo a convivir con otros humanos cuando es extremadamente necesario como fechas festivas o terribles noticias; hay muchos jóvenes que se sienten muy a gusto teniendo a un lado la apatía, soledad y poca tolerancia a sucesos o personas que perturben sus planes, un autismo light es el que escogen muchos adolescentes; es por eso que algunos padres de familia ya no los soportan.

Otros pequeños retoños escogen un camino más alegre y lleno de diferentes situaciones, salen con amigos, se meten en problemas, experimentan con drogas y están impacientes para empezar a tener sexo, básicamente no encuentran qué hacer, es como si su existencia tuviera caducidad y le sacaran hasta la última gota de jugo a la vida, no importa que ese jugo sea de limón, es contrastante lo diferentes que pueden ser los jóvenes de hoy en día, ni parecen que son de la misma generación, esto me llamó la atención.

Desarrollamos nuestra personalidad según lo que absorbemos, ya dependerá de otras cosas la respuesta mental y física, muchas cosas pueden moldear nuestras mentes y sucede más fácil cuando estamos en desarrollo intelectual, el México adolescente parece que se la pasa bien, muchos jóvenes están a gusto con las nuevas tecnologías, las nuevas maneras de entretenerse están moldeando a la juventud para hacerlos más pasivos, la nueva gente joven no se da cuenta que la tienen muy fácil, cuando tenía 15 años hubiera dado todo por tener un celular que se conectara a Internet, eso me hubiera ahorrado muchos problemas y resuelto otros, sin mencionar que sería el más popular del salón.

Según encuestas y resultados de exámenes que evalúan el desempeño de los alumnos, los jóvenes mexicanos no salen bien librados de los resultados, mal en matemáticas, mal en español, los jóvenes no pueden entender lecturas simples, tal vez porque en su cabeza hay otras cosas que les parecen más interesantes pues esta vida, estos años y estos medios de comunicación nos ofrecen miles de cosas en qué distraernos, cosas muy divertidas, es muy difícil llamarle la atención a un joven mexicano a menos que uses algo cómico, sensual, peligroso, vacío, bobo o basura.

Creo que estos tiempos no obligan a los jóvenes a madurar rápido, no se si es bueno o malo, depende de el núcleo familiar, el escolar y hasta el personal, recordemos que las personas son únicas y cada cabeza es un universo, no podemos encasillar a todos los jóvenes en un mismo puñado, como todo en la vida y ya lo dijo un viejo canoso que adoraba a las mujeres: "Nada es absoluto, todo es relativo". La juventud de hoy la tiene fácil, yo creo que demasiado fácil pues recordemos que los diamantes se forman con presión y no con caricias.

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