A una semana de la desaparición de Aldo González Sevilla, de 18 años, estudiante del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la UdeG, son pocos los avances que hay, pese a que la Fiscalía del Estado ha realizado operativos para tratar de localizarlo.
Este viernes la familia del estudiante tuvo una reunión con personal de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, pero obtuvieron información concreta que pudiera dar una pista del paradero de Aldo.
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“Pues los avances son pocos, pero yo tengo mucha fe en Dios. Mucha fe en Dios. Somos una familia católica. Tengo mucha fe en Dios y confianza en las autoridades. Confianza en toda la población, en toda la comunidad de Jalisco que se ha portado enorme con nosotros, con toda nuestra familia. Me gustaría pedir que si alguien lo ha visto, alguien tiene una pista de por dónde lo vieron pasar. Yo creo que ahorita mucha gente lo identifica con las fotos que se han difundido de él. Pues, por favor, que avisen a la Fiscalía, que les den pistas dónde puede estar”, detalló Israel González, papá de Aldo.
Además confirmó que su hijo nunca tomó el autobús de la línea Tepa Express que lo llevaría a Tepatitlán de Morelos como todos los sábado después de salir de clases.
“Hay un factor de que tú cuando compras un boleto para ir a Tepa, te piden su identificación para venderte el boleto. Y al parecer, no hay un registro de que mi hijo lo haya comprado. Al parecer”.
Adelantó que mañana sábado habrá una manifestación en la que por tres minutos harán sonar el claxon de los vehículos como una medida para exigir la búsqueda y localización de su hijo.
“La finalidad es hacer una protesta pacífica y llamar la atención de todos, de autoridades, de toda la población, bueno, toda la población de Jalisco, para que nos apoyen. Es para hacer ruido, para ser escuchados. Todo es para encontrar a Aldo”.
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Israel González relató que el último contacto que tuvieron fue por un mensaje que Aldo le envió a su mamá la mañana del sábado.
“Mi esposa, en la mañana, entre nueve y nueve de la mañana, nueve y media, recibe un mensaje en el que le dice: «Mamá, nos vemos en la tarde en TEPA, ahorita estoy en clases». Y es la última comunicación que hay con él, y después ya no hay señal de su teléfono. Ya no, no hay señal”.
Señaló que las personas que vieron a su hijo fueron la dueña de la casa donde renta su habitación así como dos compañeras que viven en la misma casa. Al salir de casa dijo que ya se iba a Tepatitlán, pero nunca llegó.
“Y es lo último que se sabe de él. Cuando él sale de la casa donde renta la habitación de estudiantes, se despide de la señora, de la dueña de la casa, y de unas muchachas que también rentan la habitación. Se despide y le dice, pues yo me voy a Tepa, entre las doce y media y la una de la tarde”.
De acuerdo a datos de la Universidad de Guadalajara a la fecha se registran 22 integrantes de la comunidad universitaria, entre estudiantes y trabajadores.
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