Desde hace casi cinco años Elisa Celis González vive un calvario luego de que su exesposo sustrajo a sus dos hijos que en ese entonces tenían 8 y 13 años. Actualmente uno ya es mayor de edad y el otro tiene 12 años y en todo este tiempo ha acumulado más de 200 procesos penales y evidenciado el tráfico de influencias por parte del padre de sus hijos quien se dedica al ramo tequilero. ”En Jalisco quien me está poniendo la pistola en la cabeza son las autoridades”, manifestó a EL OCCIDENTAL.
El 4 de agosto de 2019 él debía regresar a sus hijos como lo marcaba la custodia compartida sin embargo en un claro acto de desacato a la resolución del Tribunal Colegiado del Juez Cuarto de Distrito y del Juez Primero de lo Familiar no regresó a sus hijos a Elisa.
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Ante esos hechos el 11 de septiembre se le concedió la suspensión definitiva con la que se ordenó la restitución de los menores a ella, sin embargo él hizo caso omiso por lo que ella tuvo que levantar una denuncia por sustracción de menores en Ciudad Niñez.
En octubre de 2022 recuperó a sus hijos, pero el 6 de enero de 2023 se los volvieron a arrebatar mientras los menores en ese momento de 11 y 17 años jugaban maquinitas en Plaza Galerías cuando Elisa fue a comprar unas palomitas.
Su lucha aún no termina, ha tramitado más de 200 procesos por todos los juzgados de lo familiar para volver a tenerlos con ella y además a denunciado violencia vicaria y el tráfico de influencias por parte de su expareja.
“Lamentablemente esto evidencia una y otra vez como en Jalisco al papá se le protege de manera absoluta, pese a lo ordenado por las autoridades federales. Como les he comentado he pasado por el juzgado primero de lo familiar, segundo de lo familiar, tercero de lo familiar, cuarto de lo familiar, quinto de lo familiar, sexto de lo familiar, séptimo de lo familiar, octavo de lo familiar, noveno de lo familiar, décimo de lo familiar, décimo primero no porque no existe, doceavo, 13 y estoy en el 14”, dijo ella. En uno de los procesos Elsa consiguió que se emitiera la ficha de búsqueda de su hijo Patricio, ahora de 12 años, sin embargo recientemente la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado eliminó la cédula del menor pese a que había una orden judicial para no hacerlo luego volvió a ser publicada en el perfil de Facebook de la dependencia.
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“La volvieron a subir porque es lo que el juez ordenó que de manera inmediata volviera a subir la ficha de búsqueda porque la custodia es de la mamá porque el papá ha impedido al estar escondido, escondiendo a mi hijo que se restituya mi hijo a mi lado”. Dijo que no solamente bajaron la ficha de Patricio sino que la desaparecieron en la Comisión de Búsqueda, por lo que aseguró que con ello quedó en evidencia la corrupción al interior.
En entrevista recordó que en algún momento vio al abogado de su exesposo en el Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco entregando a una juez un reloj. “Lamentablemente en Jalisco quien me está poniendo la pistola en la cabeza son las autoridades porque son las que han actuado en complicidad del señor una y otra vez. El papá de mis hijos puede hacer lo que se le pegue la gana”.
Asegura que lo que ahora quiere es re-cuperar a su hijo de 12 años del cual tiene evidencia que se reúne con otros jóvenes de más de 35 años en entornos en donde hay drogas y alcohol, un espacio en el que no debería estar un menor de esa edad. “Mi hijo grande ya está muy dañado ahorita, él ya tiene 18 años, en aquel momento tenía 17. Que viva lo que tenga que vivir, en su momento se dará cuenta, pero al chiquito lo voy a recuperar y me duele en el alma haber perdido al grande”.
El fin de semana se realizó una diligencia de restitución de su hijo menor en San Miguel de Allende en donde fue detenido su expareja, pero al poco tiempo quedó libre, porque en Jalisco no se emitieron los oficios que solicitaba el juez federal para que él comparecerá. Ahora vive con miedo de que él pudiera tomar represalias.
“No pienso seguir poniendo en riesgo mi vida y la de mis hijos en diligencias fallidas de restitución porque lo que su día este fin de semana pudo haber haber terminado en una tragedia. Es necesario que las autoridades actúen con las acciones de Diego. Mis hijos no tienen por qué seguir sintiendo este temor ni yo tampoco y definitivamente el señor tiene que cumplir lo ordenado”.
Relata que ha sido doloroso y frustrante el proceso de estar lejos de sus hijos, sin embargo la mantiene en pie la labor que hace en el Frente contra la Violencia Vicaria. “Me han bloqueado al 100% mi derecho de seguir trabajando de tener una vida en paz me he tenido que salir de mi casa porque yo ya no soportaba el estrés el dolor de vivir en mi casa sola sin mis hijos el dolor de ver las imágenes de mis hijos como callejeros en la calle. Estoy muy cansada, muy enojada, harta, señalada y con mucho miedo porque este señor sabe que puede hacer todo en Jalisco”.
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