/ lunes 22 de abril de 2024

El desastre es más político que ambiental

Qué equivocados están los mandatarios que creen que el bienestar de la población a la que malrepresentan se alcanza mediante el crecimiento ilimitado y la destrucción de nuestras áreas verdes. Con qué cinismo se dicen defensores de la ciudad mientras que ceden predios municipales a sus cómplices inmobiliarios. No contentos con ICONIA, ahora pretenden dar pie a otro desarrollo en la misma zona de la barranca de Huentitán, específicamente en el terreno de El Disparate; el proyecto denominado Cosmopol Huentitán, de Conjunto Parnelli, implica destruir 15 hectáreas de selva baja caducifolia en la orilla de la barranca, un ecosistema que alberga: pumas, serpientes, iguanas, guacamayas, arácnidos, entre otras especies de acuerdo con la investigación del periodista Sergio Hernández.

El objetivo de los depredadores inmobiliarios es siempre el mismo: ganancias millonarias a costa del futuro de todas y todos. Esas 22 torres que albergarían 1848 departamentos en terreno público no se hacen para aliviar en algo los problemas de acceso a la vivienda, sino al contrario, lo hacen como instrumento de inversión, para especular aún más y para que un pequeño grupo se enriquezca de las rentas, además que son los proyectos favoritos para la evasión fiscal y el lavado de dinero. Combatir estos proyectos es complicadísimo porque todo el sistema es parte de la corrupción, al menos a nivel local. Lo comprobamos con ICONIA: la Procuraduría de Desarrollo Urbano del Estado de Jalisco (PRODEUR) está entregada a los intereses del gobernador, la Comisión Estatal De Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) guardó silencio cuando llegó la nueva administración, el Congreso detuvo los juicios políticos, y para qué mencionar a la Fiscalía Estatal Anticorrupción que solo está de adorno.

Hay que prestar atención a quienes defienden el proyecto inmobiliario porque ahí se delatan los políticos corruptos que levantan la bandera ambiental en temporada electoral, pero luego ejecutan la destrucción de la ciudad. Cosmopol Huentitán se relaciona con el proyecto inmobiliario ICONIA (que tiene 15 meses de clausurado por la Profepa) porque una de las contraprestaciones era la avenida Troncal, la cual colinda con Cosmopol, una evidencia más de que la raíz de dichas obras no es el beneficio de los vecinos que ya habitan la zona, sino atraer inversionistas porque se destina dinero público para la infraestructura que les permite ahorrar costos de construcción, lo cual no hace más que dar paso al crecimiento descontrolado que destruye ecosistemas ricos como el de la barranca de Huentitán y, a su vez, contribuye a acrecentar los problemas sociales, pues como afirma el sociólogo Laënnec Hurbon: los signos de degradación ambiental pueden leerse como los de un Estado fallido porque el desastre es más político que medioambiental.

Tenemos esperanza en las instituciones federales, el Poder Judicial y el Ejecutivo Federal en que detengan este nuevo atropello de quienes han utilizado su posición de poder para destruir los bienes públicos de los jaliscienses. Ojalá la Semarnat proteja la barranca y dictamine en contra de Cosmopol Huentitán, más aún con las declaraciones del presidente López Obrador que no ve con buenos ojos dicho proyecto.

Para las y los vecinos defender el territorio se ha convertido en una hazaña que conlleva tiempo, dinero y mucho esfuerzo, a veces incluso la libertad como me tocó en carne propia; sin embargo, estoy convencido de que no debemos claudicar, sino seguir impulsando una agenda de bienestar ambiental. Si unimos esfuerzos pronto podríamos lograr una reforma en materia de derecho a la ciudad que garantice el derecho a la vivienda y a un medioambiente sano.

Pablo Lemus dice que nuestra defensa ambiental no es legítima, él no vive en Huentitán, no conoce a los vecinos, pero nosotros sí conocemos sus fallas porque cuando fue presidente municipal de Zapopan se pronunció en contra de las Villas Panamericanas, pero perdió el juicio de manera negligente; como presidente municipal de Guadalajara dijo proteger al medioambiente, pero mantuvo el pacto de corrupción con ICONIA y mandó encerrar a los vecinos de San Rafael en sus propias casas para destruir su parque y permitir otro desarrollo inmobiliario. De llegar a la gubernatura ¿Qué otros proyectos inmobiliarios va a permitir? Pasan las campañas, los cargos, los partidos, pero los proyectos inmobiliarios corruptos prevalecen. Javier Corral decía que la corrupción es un sistema que involucra a casi todos porque se aceita con dinero; la única manera de detenerlo es unidos. Recordando la cita del papa Francisco: “Dios perdona siempre, los hombres a veces, la naturaleza nunca”; en un futuro próximo, a la ciudadanía nos tocará pagar las consecuencias de las malas decisiones de los políticos que destruyen la ciudad.

Qué equivocados están los mandatarios que creen que el bienestar de la población a la que malrepresentan se alcanza mediante el crecimiento ilimitado y la destrucción de nuestras áreas verdes. Con qué cinismo se dicen defensores de la ciudad mientras que ceden predios municipales a sus cómplices inmobiliarios. No contentos con ICONIA, ahora pretenden dar pie a otro desarrollo en la misma zona de la barranca de Huentitán, específicamente en el terreno de El Disparate; el proyecto denominado Cosmopol Huentitán, de Conjunto Parnelli, implica destruir 15 hectáreas de selva baja caducifolia en la orilla de la barranca, un ecosistema que alberga: pumas, serpientes, iguanas, guacamayas, arácnidos, entre otras especies de acuerdo con la investigación del periodista Sergio Hernández.

El objetivo de los depredadores inmobiliarios es siempre el mismo: ganancias millonarias a costa del futuro de todas y todos. Esas 22 torres que albergarían 1848 departamentos en terreno público no se hacen para aliviar en algo los problemas de acceso a la vivienda, sino al contrario, lo hacen como instrumento de inversión, para especular aún más y para que un pequeño grupo se enriquezca de las rentas, además que son los proyectos favoritos para la evasión fiscal y el lavado de dinero. Combatir estos proyectos es complicadísimo porque todo el sistema es parte de la corrupción, al menos a nivel local. Lo comprobamos con ICONIA: la Procuraduría de Desarrollo Urbano del Estado de Jalisco (PRODEUR) está entregada a los intereses del gobernador, la Comisión Estatal De Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) guardó silencio cuando llegó la nueva administración, el Congreso detuvo los juicios políticos, y para qué mencionar a la Fiscalía Estatal Anticorrupción que solo está de adorno.

Hay que prestar atención a quienes defienden el proyecto inmobiliario porque ahí se delatan los políticos corruptos que levantan la bandera ambiental en temporada electoral, pero luego ejecutan la destrucción de la ciudad. Cosmopol Huentitán se relaciona con el proyecto inmobiliario ICONIA (que tiene 15 meses de clausurado por la Profepa) porque una de las contraprestaciones era la avenida Troncal, la cual colinda con Cosmopol, una evidencia más de que la raíz de dichas obras no es el beneficio de los vecinos que ya habitan la zona, sino atraer inversionistas porque se destina dinero público para la infraestructura que les permite ahorrar costos de construcción, lo cual no hace más que dar paso al crecimiento descontrolado que destruye ecosistemas ricos como el de la barranca de Huentitán y, a su vez, contribuye a acrecentar los problemas sociales, pues como afirma el sociólogo Laënnec Hurbon: los signos de degradación ambiental pueden leerse como los de un Estado fallido porque el desastre es más político que medioambiental.

Tenemos esperanza en las instituciones federales, el Poder Judicial y el Ejecutivo Federal en que detengan este nuevo atropello de quienes han utilizado su posición de poder para destruir los bienes públicos de los jaliscienses. Ojalá la Semarnat proteja la barranca y dictamine en contra de Cosmopol Huentitán, más aún con las declaraciones del presidente López Obrador que no ve con buenos ojos dicho proyecto.

Para las y los vecinos defender el territorio se ha convertido en una hazaña que conlleva tiempo, dinero y mucho esfuerzo, a veces incluso la libertad como me tocó en carne propia; sin embargo, estoy convencido de que no debemos claudicar, sino seguir impulsando una agenda de bienestar ambiental. Si unimos esfuerzos pronto podríamos lograr una reforma en materia de derecho a la ciudad que garantice el derecho a la vivienda y a un medioambiente sano.

Pablo Lemus dice que nuestra defensa ambiental no es legítima, él no vive en Huentitán, no conoce a los vecinos, pero nosotros sí conocemos sus fallas porque cuando fue presidente municipal de Zapopan se pronunció en contra de las Villas Panamericanas, pero perdió el juicio de manera negligente; como presidente municipal de Guadalajara dijo proteger al medioambiente, pero mantuvo el pacto de corrupción con ICONIA y mandó encerrar a los vecinos de San Rafael en sus propias casas para destruir su parque y permitir otro desarrollo inmobiliario. De llegar a la gubernatura ¿Qué otros proyectos inmobiliarios va a permitir? Pasan las campañas, los cargos, los partidos, pero los proyectos inmobiliarios corruptos prevalecen. Javier Corral decía que la corrupción es un sistema que involucra a casi todos porque se aceita con dinero; la única manera de detenerlo es unidos. Recordando la cita del papa Francisco: “Dios perdona siempre, los hombres a veces, la naturaleza nunca”; en un futuro próximo, a la ciudadanía nos tocará pagar las consecuencias de las malas decisiones de los políticos que destruyen la ciudad.